El segundo semestre de 2011 fue para Teófilo Gutiérrez una contracara del primero. Hubo más llegadas tarde, actitudes que están en el límite de lo malintencionado y declaraciones explosivas, que goles a los rivales. Esto (más que nada, sus declaraciones cuando llegó a Colombia de vacaciones) hizo que la relación con los hinchas de Racing se resquebrajara, al punto que fue ignorado y abucheado por distintos grupos, ya sea en la fiesta conmemorativa de los 10 años del título en 2001 o en los primeros entrenamientos del equipo de Avellaneda.
Probablemente él haya entendido ese mensaje. Porque en el primer partido de los torneos de verano (ayer fue el estreno de la Copa de Oro) frente a Estudiantes en Mar del Plata, “Teo” empezó esa dura misión, la de volver a ganarse el cariño que alguna vez tuvo por parte del pueblo racinguista. Más allá de que se trataba de un amistoso (los platenses pusieron un equipo alternativo), él se tomó en serio este encuentro.
El cotejo
, como todo partido de pretemporada, fue trabado. Incluso salieron con molestias Gabriel Hauche, Agustín Pelletieri y Giovanni Moreno. Recién el primer gol llegó al minuto 70, cuando Guido Carrillo, del “Pincha”, estableció el 0-1 parcial. Sin embargo, y cuando todo parecía que Alfio Basile iba a inaugurar con una derrota su quinta etapa en el banco del albiceleste, Teo apareció, casi como durante el primer semestre: en posición adelantada, prácticamente empujó a la red un centro ejecutado por Lucas Licht.
Eso no fue lo único que hizo el colombiano. Al terminar el partido, volvió a usar algo tan furibundo como su pierna derecha: su boca. Sin embargo, sus declaraciones fueron diametralmente opuestas a las realizadas en la agonía de 2011:
Si juego es para quedarme. Estoy contento porque esta camiseta es grande y es un orgullo personal vestirla. Por fortuna, las cosas de parte de los directivos salieron bien, así que contento. Vine a hacer las cosas bien. Cada vez que entro a la cancha salgo a hacer lo que mejor sé hacer, por fortuna me va bien”.
El camino que tiene Teófilo Gutiérrez por delante en pos de que su nombre vuelva a ser coreado en el “Cilindro” es muy largo. No obstante, ayer lo comenzó con el pie derecho.