Ubicación de los telescopios participantes del Global mm-VLBI Array (GMVA) y del Event Horizon Telescope (EHT). Crédito: ESO/O. Furtak.
El centro de nuestra galaxia alberga un monstruo cósmico: un agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A*, cuya masa equivale a unos cuatro millones de veces la masa del Sol. Su gravedad es tan intensa que ni siquiera la luz escapa a su fuerza de atracción, lo que significa que no lo podemos ver y si no fuera por su influencia gravitacional sobre las estrellas que lo rodean, ¡ni siquiera sabríamos que existe! Sin embargo, se ha puesto en marcha una ambiciosa colaboración para obtener una imagen del horizonte de eventos del agujero negro.
Dos proyectos crean telescopios virtuales del tamaño de la Tierra: el Global mm-VLBI Array (GMVA) y el Event Horizon Telescope (EHT), ambos formados por radiotelescopios repartidos por todo el planeta. El GMVA estudiará las propiedades de acreción y erupción en las inmediaciones del centro galáctico, mientas que el EHT buscará obtener, por primera vez, imágenes de la sombra del horizonte de eventos del agujero negro supermasivo que se encuentra en el corazón de la Vía Láctea.
En esta colaboración participa una impresionante cantidad de telescopios distribuidos por todo el globo, desde el Polo Sur hasta Europa, pasando por Hawái y Chile. Con sus 66 antenas, receptores de última generación, excelente sitio de observación y ubicación austral, ALMA es el observatorio más grande y sensible del GMVA y el EHT, convirtiéndose en componente estratégico de ambos. Las observaciones para el GMVA se harán entre el 1 y el 4 de abril de 2017, mientras que las del EHT se desarrollarán entre el 5 y el 14 de abril.
Una vez realizadas las observaciones, se procederá con un largo y arduo trabajo de tratamiento de los datos adquiridos durante éstas, y se espera tener los primeros resultados hacia fines de 2017. La comunidad científica espera con entusiasmo los resultados del proyecto EHT/GMVA debido a su gran potencial científico.
Imágenes simuladas de la sombra de un agujero negro: la relatividad general predice que la sombra debería ser circular (centro), pero un agujero negro podría potencialmente tener una sombra achatada por el ecuador (izquierda) o por los polos (derecha). Crédito: D. Psaltis y A. Broderick.
Si bien no hay garantías específicas en cuanto a resultados, el potencial científico del proyecto y las metas propuestas son fascinantes. Entre ellas, se espera poner a prueba la Teoría General de la Relatividad de Einstein, que predice la existencia de una “sombra” más o menos circular alrededor del agujero negro. Asimismo, se buscará entender el fenómeno de acreción de material alrededor de los agujeros negros, así como la formación de los chorros de gas que estos expulsan a gran velocidad.
Fuentes: ALMA, ESO