buscando viajeros del tiempo
(…)En un experimento realizado en la Universidad Michigan Tech, los físicos Robert Nemiroff y Teresa Wilson idearon una estrategia basada en la “precognición”. La idea fue la siguiente: si se encontrara alguna mención en Internet a algo antes de que la gente supiera de su existencia, esto podría ser una pista de que existen los viajeros temporales. Ese “algo” debía de cumplir tres condiciones para que pudiera servir de marcador temporal: por un lado, tendría que haber recibido su nombre en el período en el que realizaron la búsqueda (entre enero de 2006 y septiembre de 2013). Además, debía ser un vocablo unívoco, que no se prestara a confusión. Y tercero, el término debía referirse a un fenómeno que siguiera siendo relevante en el futuro.
Por eso, y porque Nemiroff es el corresponsable de la web de la NASA, eligieron el descubrimiento del cometa ISON. Localizado por la International Scientific Optical Network (ISON) el 21 de septiembre de 2012, cumplía las tres condiciones. Los investigadores definieron otra pista para localizar a los viajeros temporales: el papa Francisco. El 16 de marzo del año pasado, Jorge Mario Bergoglio optó por ese nombre para iniciar su papado. Es la primera vez que un jefe de la iglesia católica se llama así, por lo que no habría problemas de confusión. Con los dos términos elegidos, los investigadores realizaron una búsqueda exhaustiva de menciones al cometa ISON y al papa Francisco antes de que ambos fueran nombrados. Los resultados fueron decepcionantes para los fanáticos de la ciencia ficción: los viajeros en el tiempo no existen. O, al menos, a este tipo de seres no les interesan las cuestiones de astronomía o eclesiásticas.
SEBASTIÁN CAMPANARIO
“Viajes en el tiempo, fotos desde el espacio y otras cuestiones económicas”
(la nación, 23.03.14)