La Comisión de Trabajo del Congreso dio inicio a las audiencias públicas sobre el proyecto de la Ley General de Trabajo (LGT), y está garantizado un debate candente. Los sindicatos han adelantado su rechazo al proyecto y exigen la derogación de varios artículos porque los consideran lesivos a sus derechos.
Mientras tanto, algunos gremios empresariales han cuestionado las opiniones que diera el presidente del comité de laboralistas que revisa la propuesta del Ejecutivo de la LGT, Carlos Blancas. En entrevista con Gestión Blancas adelantó que se incluirá la elevación de los topes de indemnización por despido arbitrario y la reposición del trabajador mediante acción de amparo.
Comex lamentó que a este grupo de trabajo solo se haya convocado a personas con una visión legalista del tema y sin algún entendimiento de los potenciales efectos económicos de una LGT más inflexible y costosa que la actual legislación, sobre todo para las mypes y su formalización.
Otros gremios empresariales consideran que las leyes seguirán defendiendo los derechos de los pocos que ya tienen trabajo formal sin dar oportunidades a los que no tienen empleo o lo tienen en condiciones precarias.
De parte del Gobierno, el Premier, Salomón Lerner, ha indicado que en el debate se buscará el consenso, mostrándose a favor de que no se modifique la regulación actual sobre el despido arbitrario. En tanto, el ministro de Trabajo, Rudecindo Vega, ha asegurado que de no lograrse un 100% de acuerdo entre empleadores y trabajadores se aprobaría una norma solo con el porcentaje consensuado, y se retirarían los aspectos polémicos para seguir revisándolos hasta lograr acuerdo.
Es evidente que lograr un pleno consenso será muy difícil, pero ojalá la norma que resulte promueva esquemas de protección para que los trabajadores logren encontrar empleos de calidad e ir resolviendo eternos problemas del mercado laboral, como la elevada informalidad y la baja productividad del trabajo.
Diario Gestión (05.10.2011)