Revista Cocina
¡Feliz día de viernes!
Parece que ya se respira el otoño y por lo que me ha contado mi portero, que es como una estación meteorológica andante, jejeje... este fin de semana ya se termina el calorcillo y entramos de lleno en el fresquete.
Así que en previsión de la llegada de la bufanda aquí os traigo una receta de esas que te calienta por dentro, jejeje... una receta hindú, cremosa, especiada y bien rica y fácil de hacer.
Últimamente, con tanto como cocino luego me vuelvo perezosa, como os contaba el otro día, para hacer grandes platos de cara a nuestros menús diarios... tanto que se quejó Almu de que sólo quería una pechuga a la plancha y ahora se está hartando de sándwiches de jamón!
Total, que siempre me reservo las noches de los fines de semana, cuando puedo, y no tengo mucho trajín, para hacer esos menús que tanto nos gustan... noche de pizza, hamburguesas de esas de babear o platos de cocina internacional que no has comido en tu vida.
La cocina india ha sido la última en llegar a casa, nos ha costado un poquito, ¡y ahora nos hemos vuelto adictas! Bueno, a lo mejor exagero, seguramente, jejeje... pero sí es verdad que yo soy de extremos, como encuentre algo que me guste lo exprimo hasta acabar con él, jejeje... y he pasado el verano en modo currys, tandooris y pan naan, ¡cómo me gusta el uso del ghee, de las especias y del yogur! Me encantan cómo transforma su cocina la verdura y cómo con un plato no-gigante te sientes saciado y reconfortado por dentro.
Os tengo que enseñar más recetas, pero quería empezar por esta porque la preparé además para mi padre, ¡y le gustó!
Mi padre ha sido siempre muy aventurero con la comida, nos ha llevado desde bien pequeñas a probar todo tipo de cocinas y a él el picante le faltaba siempre como la sal.
Sin embargo desde que se "retiró" jejeje... al campo ha vuelto a eso de la cocina sencilla, todo le sabe demasiado, le sienta mal y le repite, jejeje... con lo que ponerle ahora mismo un plato de cocina hindú es una apuesta bien durilla... pero oye, ¡se comió todo y repitió!
Ahhh!! Y luego no dijo nada de que le sentara mal, así que...
Por eso os digo, creo que para empezar a meterse en el mundillo hindú es una receta bien sabrosa, muy rica y fácil de resolver, ¡ya me contaréis qué os parece a vosotros!
Receta de butter chicken hindú.
Ingredientes para 4 personas:
- 3 pechugas de pollo en trozos medianos o 4 contramuslos deshuesados en trozos
- 1/2 taza de yogur griego
- 4 dientes de ajo triturados
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- 1 cucharadita de pimienta de cayena molida (el picante es a gustos)
- Sal y pimienta
- 1 cebolla rallada bien fino
- 3 dientes de ajo rallados
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- 1 cucharadita de tandoori masala
- 1 cuchadita de cayena molida
- 1 cucharadita de semillas de cilantro
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1 taza y media de tomate triturado
- 1/4 taza de nata para montar
- 1 cucharada de aceite vegetal
- 2 cucharadas de mantequilla
- Sal y pimienta
- Arroz blanco cocido
Modo de hacerlo:
1. Ya sé que parecen muchos ingredientes, pero pensar que una parte de la lista de ingredientes es para hacer la marinada del pollo de la que nos ocuparemos en primer lugar, y después el resto será para hacer la salsa de nuestro pollo (que como veréis de mantequilla sólo lleva un poco más que el nombre, jejeje).
Así comenzamos poniendo en un tuper el pollo con el yogur, el ajo, jengibre, la cayena en polvo y salpimentando. Cubrimos el tuper y metemos al menos 1 hora en la nevera.
2. Mientras marinamos el pollo vamos a precalentar el horno a 200ºC, y una vez caliente ponemos los trozos marinados en una fuente, bien repartidos, y horneamos durante 10 minutos para cocinar el pollo y que se nos dore un poquito (si veis que no es así dejar unos minutos más con el horno en formato gratinador), una vez dorado el pollo sacamos y reservamos.
3. Comenzamos entonces a hacer la salsa, para ello en una cazuela de paredes altas vamos a calentar el aceite junto con la mantequilla. Una vez derretida ésta añadimos las semillas de cilantro y las de comino para que empiecen a soltar sabor, pasados unos segundos añadimos la cebolla rallada, el ajo y el jengibre y cocinamos un par de minutos hasta que la cebolla esté translúcida.
4. Con la cebolla cocinada añadimos el garam masala, la cayena molida y dejamos cocinar unos segundos más. Finalmente añadimos el tomate triturado y el pollo asado, bajamos el fuego a bajito y cubrimos y dejamos cocinar unos 20 minutos.
5. Pasado ese tiempo veremos que la salsa ha espesado muy bien, que tiene un color más anaranjado y que es bien fragante... ya sólo nos queda añadir la nata, un poco de cilantro si os gusta y remover para que se integre bien un par de minutos más.
Servimos con arroz blanco, ¡y a disfrutar!
Pues esta es la receta... yo creo que no es complicada, ni lía mucho porque todo es ir añadiendo en el orden indicado y se hace ella sola, jejeje...
Espero que os guste.
Y espero que paséis un muy buen fin de semana.
Os mando un besazo enorme,
Luz.