Hace apenas 3 días el mundo de la moda se despertaba con una noticia impactante, porque aunque existieran rumores sobre la supuesta desaparición de la segunda línea del diseñador Marc Jacobs, nadie podía creer que este chisme pudiera convertirse en una realidad. Sin embargo, Marc by Marc Jacobs ya no existe, y con su evanescencia se diluye la posibilidad para los adictos a la moda de obtener un pedacito de lujo a un precio considerablemente bajo.
En el 2001, Marc Jacob y su socio Robert Duffy decidieron lanzar una segunda línea, asociada a la propia de Marc Jacobs, viendo que su marca principal era muy cara. Marc by Marc Jacobs ofrecía diseños ready-to-wear, con precios accesibles y estilo contemporáneo y juvenil, que se desentendía un poco de la marca del diseñador neoyorkino, buscando otro tipo de público. La dirección creativa quedó en manos del dúo británico Luella Bartley y Katie Hillier, y tener tantas cabezas en la dirección creativa creó una imagen un tanto difusa y confusa. Por lo que parece, no será un cambio aislado, sino que es un verdadero viraje en el rumbo de la firma, meditado y deseado por ambas partes.
La decisión final que se ha adoptado obedecería, según parece, al objetivo de transmitir una imagen de marca unificada por parte de LVMH, empresa que actualmente posee el 80% de la marca, mientras que el otro 20% queda en manos de Jacobs y su socio, Duffy. Aunque la marca no ha hecho declaraciones al respecto, aparentemente se ha disuelto esta segunda firma con el propósito de ampliar la oferta de la marca principal, fusionando ambas, a la vez que adaptar los puntos de venta. Además del objetivo que persigue la empresa, la resolución se ha visto precipitada por la voluntad de dedicarse exclusivamente al mundo del lujo, así como por los motivos personales de los dos socios, Jacob y Duffy: el primero busca una ansiada tranquilidad que no ha podido obtener en los más de 16 años que lleva trabajando para el mundo de la moda, primero en Louis Vuitton y luego en su marca; el segundo busca poder dedicarse al completo a su hija pequeña. Y es que hasta los más grandes necesitan un respiro.
"Quiero encontrar la manera de hacer ropa increíble al alcance de personas de distinto nivel", tuiteaba el Jacobs en los pasados días, que junto con otras frases del tipo "el cielo es el límite y sabes que sigues adelante", dan paso a diferentes teorías sobre el futuro que tomará el modisto, si se estará planteando crear una nueva firma o nuevos proyectos. Sin embargo, la disolución de la segunda línea de Marc Jacobs pone sobre la mesa una serie de cuestiones sobre el destino que les deparará al dúo de diseñadoras que se encontraban detrás de las colecciones, además de que les pasará a las más de 200 tiendas que la marca tiene repartidas por todo el mundo. La teoría que más tiene peso es que las tiendas quedarán al servicio de la marca principal y el dúo de diseñadoras ocuparán cargos de la firma.
Ahora, con unos días que han servido para poder reflexionar, se han podido analizar las consecuencias y las repercusiones que la disolución de la firma tiene sobre el mundo de la moda. Los precios excesivos de las marcas de lujo de todo el mundo previenen al público general de poder presumir de poseer una de sus prendas, y persiguiendo el objetivo de acercar las marcas a los consumidores los diseñadores impulsaron hace unos años unas marcas dependientes de las principales, con precios relativamente reducidos que podían llegar a más personas. Los adictos a la moda celebraron esta noticia por todo lo alto, porque significaba que no tenían que vender un riñón para poder llevar una camiseta de lujo, y aunque los precios distaban bastante de lo que se podría considerar asequible, se contentaron con la idea de poder poseer algunas de estas prendas.Una de las marcas más conocidas que tenían este objetivo era de la Marc Jacobs, que con diseñadores totalmente independientes de él, buscaba crear colecciones más cercanas al gran público. Y así, sus gafas de vista, su bisutería, sus fundas para móvil, sus camisetas con logotipo, etc. pronto inundaron las calles y el mundo proclamó su amor por esta nueva línea. Y es que una de las criticas más recurrentes hacia el sector de la moda son sus elevados precios, porque parece excesivo pagar 200€ por una camiseta o 800€ por un vestido (considerando estos precios de los más bajos dentro del sector) Y quizá por esto estas marcas low cost tuvieron y tienen tanto éxito, porque son mucho más asequibles. Pero desde hace unos años están desapareciendo, y en vez de surgir más, cada vez hay menos.
Solo esperamos que el diseño fresco y atrevido, además de los precios accesibles que caracterizaban a Marc by Marc Jacobs, no se pierdan, o el mercado que había capturado el diseñador estadounidense con esta línea más asequible empezará a desaparecer. También que este caso no sirva de ejemplo para las otras firmas que tienen líneas secundarias low cost, y que este tipo de moda siga en el mercado.