Enero. Árboles que todavía están por desnudar. Terciopelo verde brota del hormigón mojado. Paro.
Cubiertas. Cabios y tirantes a la vista. Vigas que salen del techo y ocupan ahí arriba el espacio, acercándolo. Aire rústico y acogedor para este frío que todavía tiene que venir.
Yo sigo tejiendo bufandas infinitas.