En contra de lo que es habitual, en este breve comentario no diré lo que pienso. Si lo hiciera podría incurrir en injurias. No tengo pruebas que avalen mis sospechas. Al mo poder demostrarlas, callaré lo que me ronda la cabeza.Que por otra parte no creo que sean muy descabelladas ni muy diferentes de las que pueden tener muchas otras personas.Hoy la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha comenzado a derribar edificios en el barrio del Cabanyal. Poco le importan las resoluciones del gobierno de España, que había ordenado no expoliar la zona que está considerada Bien de Interés Cultural (BIC) y que es el único barrio marinero que queda dentro de una gran metrópoli mediterránea. Valencia es uno de los focos del caso Gürtel, del que a partir de hoy iremos conociendo todos los recovecos ya que se ha levantado el secreto del sumario.Rita Barberá, salvo su tangencial aparición con los bolsos de Louis Vuitton que le regaló El Bigotes, los trajes y las anchoas, no aparece relacionada con Gurtel, que se perfila ya como el mayor caso de corrupción política de la historia de España y que se caracteriza fundamentalmente por el cobro de comisiones y la organización de eventos sobrevalorados para arramblar con una parte del dinero de los españoles.¿Qué interés tiene Barberá en empecinarse en el derribo del Cabanyal para prologar hasta el mar una avenida en la que sin duda se invertirá mucho dinero y se construirán muchos edificios nuevos y generará grandes plusvalías?Yo no lo sé. Algunas ideas me rondan la cabeza, pero no las expondré aquí.Ayer el portavoz parlamentario socialista, Ángel Luna, según el diario Levante, comparaba a Jaume Matas con el presidente valenciano, Francisco Camps, al denunciar que, frente a la desviación de Palma Arena (que pasó de un presupuesto de 45 millones a costar 110, un 145% más), el gasto en la Ciutat de les Arts i de les Ciències de Valencia se ha disparado un 270%. Según Luna, tres de los elementos de Cacsa (l'Oceanogràfic, el Palau de les Arts y el equipamiento escénico) pasaron de una estimación inicial de 151 millones a 566.¿Qué tienen estas obras cuyos precios se disparan? ¿Hay relación entre el Palma Arena y la Ciutat de les Arts i de les Ciencies, como argumenta Luna? ¿Valencia es especial?Yo no lo sé. Algunas ideas me rondan la cabeza pero no las expondré aquí.
Pero aquí huele muy mal y la policía, los jueces y el PP deberían mirar dónde tienen las manos los comisionistas Lo único cierto es que el patrimonio español, y el valenciano en particular, está en peligro de muerte por la acción de unas excavadoras enviadas por una alcaldesa que usa bolsos de Vuitón. Y la ciudadanía lucha contra ese expolio, contra las excavadoras, contra los políticos irresponsables y contra la Policía Nacional que protege semejante dislate. Casi contra todos. Por cierto, ¿qué hace la Policía del señor Rubalcaba protegiendo unos derribos que van en contra de las resoluciones dictadas por el Gobierno en el que ocupa el cargo de ministro del Interior?No me sustraigo, sin embargo, a recoger lo que dicen los medios de comunicación sobre estos asuntos: