Que la piña en la pizza es mi enemigo mortal, lo saben ya hasta en el Conchinchina; pero esta queridísima fruta tropical no puede ser el centro de mi vida como enemigo público número uno, aunque por ahí anda.
Porque pulula por ahí una sustancia de nombre extraño, que el mismo hecho de verla ya me provoca un malestar general de agárrate y no te menees... No podía ser otra cosa que: CHAN CHAN... ¡¡El cabello de ángel!!
Así es damas y caballeros, niños y niñas, indefinidos e indefinidas... esa "cosa" que podemos encontrar en cualquier pastelito con hojaldre, ese demonio dulce que estropea cualquier confitura envuelta así en papel blanquito que suele ir con letras azules... WARGGDGS... lo pienso y me pongo malo.
Los fabricantes de esta... abominación, saben como hacerse llegar al público, y le ponen un nombre sugerente a su producto: "Cabello de ángel", ¿quién puede resistirse cuando la palabra ángel está de por medio? Nadie, y ellos lo saben. Si os quedáis un momento en silencio los podréis oirlos reir desde sus mansiones tétricas y sombrías con una carcajada maligna llena de satisfacción. MUAJAJAJAJA... (o algo así) sabedores de que su maldad, no conoce límites.
Llegados ya a este punto en el que los malvados fabricantes han ganado la partida, yo me pregunto, ¿Por qué ese nombre? ¿Serán realmente unos demonios que se dedican a cazar ángeles a los que cortan su cabellera para hacer el producto? ¿Será el cabello de Ángel Subiela de cuando salía en Los Americanos?
Muchas preguntas, pocas respuestas, y eso se sigue vendiendo a granel en cualquier supermercado... Poco más se puede hacer, o incluso decir, han ganado la partida :-(