Balotelli es un delantero de enorme potencial, cuando juega evidencia poseer calidad de sobra para triunfar en el Inter. En sus inicios, trascendió por ser el principal objetivo de las facciones racistas de los hinchas italianos en los estadios. Pero ahora tiene un inconveniente mayor. La cuestión radica en que si bien Super Mario defiende la camiseta neroazzurra, es hincha confeso del Milan y no toma recaudos de discreción. Es fanático rossonero y expone su condición como si nada, algo que complica más su ya compleja situación por variados actos de indisciplina que venían exacerbando a Mourinho. Además, tiene por delante a Eto´o, Diego Milito y Pandev. ¿Qué brillante idea tuvo este talentoso punta de origen ghanés para intentar revertir su imagen? Aceptó, en medio de una entrevista con un programa cómico, enfundarse la camiseta del Milan. En su historial ya figuraba haber sido visto saliendo de la tienda oficial del Milan, cantar por la bajo el himno rival en su propio vestuario y haber ido a ver como hincha rossonero el partido frente al Manchester. Mourinho no iba a dejar pasar tantas y ya lo separó del equipo. Una lástima.