La aguja es la zona que une el lomo con el pescuezo. Se vende con hueso, carne tierna y sabrosa de la que se obtienen las chuletas de aguja. La veta interior de grasa que tiene la hace ideal para ser asada en una pieza sin hueso. Resulta muy jugosa y bastante económica. Sin ser de las partes entendidas como nobles del animal es una opción fantástica para una buen festín.
Ingredientes:
una pieza de cabezada de cerdo de 1,8 kg
tres cebollas
perejil
una cucharadita de pimienta de jamaica
medio vaso de brandy
medio vaso de vino blanco
aceite
sal
-Para el adobo
4 cucharadas de pasta de ajipanca (se puede sustituir por pimentón)
6 dientes de ajo
una cucharada de pimienta negra en grano
una cucharada de cominos
una cucharada de orégano
medio vaso de aceite de girasol
cuarto vaso de vinagre de vino
sal
Ponemos en la batidora todos los elementos del adobo y los trituramos hasta obtener una pasta con la que embadurnaremos la pieza. Debe estar en adobo al menos un par de horas, mejor de un día para otro.
En la bandeja que vayamos a utilizar para el asado ponemos aceite en el fondo y encima la cebolla cortada en aros como de un centímetro de grueso sobre toda la superficie. Agregamos el perejil, la pimienta de jamaica, salamos e incorporamos los líquidos (vino y brandy).
Por último colocamos la carne adobada encima. Yo suelo poner la rejilla de la bandeja de asar para que la pieza no quede sumergida en el líquido, pero con la cebolla bastará para evitarlo. Introducimos en el horno por unas dos horas (depende de cada horno) a unos 170 ºC.
Para comprobar si está en su punto le pincho con mi termómetro y si está a unos 160 ºF (unos 72 ºC) la tenemos en su punto
Pasamos la salsa con la batidora y ajustamos el punto de sal. Reservamos en una salsera. Ya solos nos queda filetear la carne. Como acompañamiento van muy bien boniatos o camotes cocidos que combinan fantásticamente bien con el cerdo en general.
No te olvides de comprar pan para esa salsa porque lo necesitarás. Ha sido una fantástica comida de domingo.