En San Lorenzo, San Martín fue salvado de la muerte por la valiente acción de dos de sus hombres cuando se encontraba aprisionado en el suelo por la muerte de su caballo. Uno fue el granadero puntano Juan Bautista Baigorria, quien mató al realista que estaba a punto de ultimar al Libertador; el otro fue el correntino Juan Bautista Cabral, quien murió tras liberar a San Martín del caballo que lo mantenía contra el piso. La historia cuenta que tras recibir dos heridas mortales, Cabral repite, agonizando, su célebre frase: “muero contento… hemos batido al enemigo.”
Cabral era una persona negra que servia a la familia Cabral, y le fue ofrecido a San Martín como ayuda para su patriótica misión. Por esta acción le es otorgado un reconocimiento nacional y es incluido en la Marcha de San Lorenzo en la parte que dice “Honor, Honor, al Gran Cabral!!!”