Cachorro podenco con alambre al cuello y gancho atravesando pata

VALENCIA-Manchitas es un podenquito de cosa de un año de vida, aún hace pipi de cuclillas. Tiene miedo a sus propias pestañas, aterrorizado y desconfiado ante la proximidad del humano. Su captura se dio envuelta de tráfico, persecución y mucha tensión. A punto estuvo de ser uno más de los perretes a los que te intentas acercar y huyen mientras te miran de reojo. En su caso había de invertirse mayor esfuerzo si cabe, llevaba atado una especie de alambre con un trozo de cadena y al final un gancho entre su cuello y su pata trasera derecha. Tras perseguirlo insistentemente y tras cruzar la carretera con tráfico elevado, acabó resbalándose sobre el asfalto, vencido por el cansancio, el dolor y su incapacidad que solo le permitía valerse de tres patas. A un escaso metro de él, se le pudo ver como el gancho le había perforado la pata, justo por encima del codo.
12 kg. pesa, de tamaño mediano. Precisa de acogida muy especial. Alguien que le pueda dar atención continua, mimos en cuantía tal que le hagan recuperar parte de la confianza hacia los humanos, aquella con la que plenamente contaba al llegar a este mundo.
Todo sucedió después de que una vecina diera aviso a la Policía Local de Villanueva de Castellón (Valencia). En tres días he visto cinco podencos y un galgo, y eso que no estuve mucho tiempo en la calle. Y es que esta también es tierra de héroes cazadores.
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