No es un mito, sino más bien un hecho científicamente demostrado que tanto nuestros cuerpos y mentes cambian cada 7 años. Según Rudolf Steiner y otros científicos, los ciclos de siete años son extremadamente importantes para médicos, profesores, psicólogos y psiquiatras.
0-7 AÑOS
Este es el comienzo de la vida, la etapa más importante de la vida. En este período de tiempo, somos impulsados por los instintos del hambre, la necesidad de amor, protección y apoyo, la sensación de dolor y el impacto en el medio ambiente. Mientras esto ocurre, nuestras estructuras internas y mentales se construyen, lo que en años posteriores nos permite sentir, pensar y estar conscientes de nuestras identidades como individuos.
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Aprendemos muchas respuestas conductuales inconscientemente y la cultura en la que nacemos tiene una gran influencia en esto. Nuestro aprendizaje como bebés depende de cómo respondamos, con buena voluntad o miedo. El aprendizaje es una de las actividades clave de este período, adquirimos los movimientos motores, el habla, las relaciones con nosotros mismos y el medio ambiente y también los medios para comunicarnos.
A partir de nuestro nacimiento, dependemos de nuestros seres queridos para nuestras necesidades físicas, emocionales y sociales. Si nuestros seres queridos nos dejan o sentimos que pueden dejarnos, experimentamos los sentimientos de celos, ira o dolor. Si no logramos madurar más allá de esta edad, como adultos, lo experimentaremos en un nivel superior.
7- 14 AÑOS
El desarrollo de la fase anterior continúa aquí. Las ideas, conceptos y asociaciones que comenzaron, son descubiertos por el niño, quién a su vez, experimenta un desarrollo físico y psicológico y empieza a crear un mundo interno propio con sueños, felicidad, amenazas e imaginación. La dirección sobre sus intereses también es visible en este punto.
Aumentan las asociaciones con el mundo exterior. El niño aprende a compartir, interactuar y controlar los instintos anteriores a favor de sobrevivir armoniosamente en grupos.
14-21 AÑOS
Este período se caracteriza por fuertes cambios emocionales y fisiológicos con el comienzo de la pubertad. Comenzamos a ser “autoconscientes”, empezamos a apreciar el arte, la música, la literatura y a distinguir entre los tonos más sutiles del color. Nuestras ideas de moralidad cambian. La independencia es una de las fuerzas impulsoras clave de este período. Algunos experimentan la necesidad de separarse de casa. Nuestra infancia se desvanece dejando cicatrices que afectan nuestro mundo. Es en esta etapa donde aparentemente deberíamos empezar a desarrollar más nuestra madurez y dignidad, de lo contrario, lamentablemente nos etiquetan como inmaduros.
21-28 AÑOS
Esta es la etapa de refinamiento. El niño finalmente entra en la etapa de la adultez mental y emocional. Comenzamos a crear la base de nuestra carrera y relaciones, nuestras capacidades se desarrollan más. En las relaciones, aprendemos a elegir a nuestras parejas basándonos en la clase de seres humanos que son. Tratamos de vivir en amor y armonía y actuamos de acuerdo a nuestras facultades de intuición, comprensión y perspicacia. Comenzamos a manejar nuestros problemas y enfrentar desafíos en nuestros niveles profesionales, familiares y amorosos. Si no se logran superar algunos problemas en esta etapa, los tendremos que enfrentar más adelante.
28-35 AÑOS
Esta es la fase donde nuestro proceso creativo pasa al frente de todo. Los investigadores y artistas están en la cima de sus carreras en este momento. Según los científicos, los centros de asociación del cerebro llegan a su pico a los 35 años de edad. Las emociones se vuelven sutiles, nos entendemos mejor y nos damos cuenta de quiénes somos y cuáles son nuestros roles en la familia, amigos y sociedad.
35- 42 AÑOS
Se siente una nueva inquietud sobre la personalidad y las circunstancias. Nuestras carreras, hábitos y relaciones son evaluados por nosotros mismos, modificadas y cambiadas. Para aquellos que no han llegado a su punto máximo de realización o creatividad en el primer paso, este es el momento en que lo hacen.
42-49 AÑOS
Esta es la etapa donde ocurren grandes cambios en nuestras vidas. Tomamos decisiones que dan un giro de 360° a nuestras carreras o relaciones. Si no hemos dejado ninguna marca en la vida hasta este momento, tratamos de cumplirla ahora. El amor emocional es más un amor incondicional, pero ahora muchos de nosotros tendemos a mantener la edad emocional de un niño. Esta es la edad en la que comenzamos con estereotipos y creemos en nosotros mismos.
49- 56 AÑOS
Esta es la era del despertar espiritual. Con la pérdida de nuestra fuerza y vitalidad, miramos hacia adentro de nosotros. Aceptamos los cambios en nuestros cuerpos. Para aquellos quienes hasta esta etapa no saben cuál es su propósito en la vida, no están solos, esta es la era de la depresión extrema.
56- 63 AÑOS
Esta es la edad de aceptar la paz interior y la vida en tranquilidad. Hay un gran cambio en nuestros cuerpos envejecidos, nuestra relación y nuestras percepciones cambiantes del mundo que nos rodea.
63- 70 AÑOS
En este momento, comenzamos a tener una comprensión más profunda de nosotros mismos con la necesidad de nuestro mundo externo. Tendemos a ver el mejor lado de las cosas y tomar conciencia de la muerte. El desprendimiento se practica durante este tiempo.
70-77 AÑOS
Uno puede madurar en cualquier momento, pero este el período en el que el individuo puede conectarse con el yo interior. El amor incondicional aumenta en gran medida y se comienza a aceptar un camino más grande.
77 A MÁS
En esta etapa, se ha desarrollado un nuevo “yo”. Ya ha salido de las experiencias de la vida, las percepciones se han ampliado y se vive de una manera distinta.
Fuente de la información: lahoramuertaempieza.com