Como en la canción de The Police,.parece que Prism vigila todo lo que hacemos. No hay movimiento que no sea escrutado, cualquier suspiro escuchado y todas las comunicaciones catalogadas. Siempre nos están observando, siempre están al acecho de nuestra conducta, de nuestros actos y en alerta permanente ante nuestras intenciones. Ya no hay espacios a la intimidad, a la inviolabilidad de la correspondencia y a la privacidad de las personas. La red es una maraña de ojos y oídos que penetran los hogares para espiar cuánto hacemos y analizar lo que somos. Como canta Sting, están observándonos, pero esta vez sin ningún romanticismo melodioso, sino como meros sospechosos de transitar Internet.
