Revista Arte
Con motivo de la inauguración de la dOCUMENTA (13) esta semana he querido recuperar un libro del artista cuyo nombre va siempre asociado a Documenta, Joseph Beuys. Cada hombre un artista es la transcripción de algunas de las sesiones que tuvieron lugar durante la Documenta 5 celebrada en 1972 y comisariada por Harald Szeemann, probablemente la edición más famosa de todas las celebradas hasta ahora. Durante los 100 días que duró Documenta, Beuys se dedicó a hablar y discutir con el público sobre cuestiones que él reivindicaba como necesarias para producir un auténtico cambio social, algo que por aquel 1972 parecía inminente y necesario. En muchos aspectos la de 1972 era una situación parecida a la nuestra.
Recuperar el espacio de debate y diálogo que Beuys puso en marcha es lo que tal vez han tenido presentes los comisarios de la Bienal de Berlín al invitar a los Indignados y al movimiento Occupy así como dOCUMENTA (13) con la presencia del grupo AND AND AND.
En las conversaciones de Beuys se desprenden conceptos tan actuales como el de la descentralización y la autonomía, la capacidad de autogestión de los recursos y la transformación del sistema educativo en un proceso donde la libertad del individuo y la creatividad sean sus dos principales pilares. El arte constituye para Beuys el catalizador que puede hacer posible este cambio, el arte como instrumento que libera al hombre y lo convierte en dueño de su vida. En este sentido parte de lo que plantea dOCUMENTA (13) recupera esta visión del arte no como revisión del objeto artístico entendido de forma autónoma, sino como categoría de la experiencia humana que al entrar en relación con distintas disciplinas se convierte en una herramienta visionaria de profundo cambio. La de Beuys como la de dOCUMENTA (13) es una postura necesaria para enfrentarnos los retos que nos deparan.
Clara Bodenman-Ritter, Joseph Beuys, cada hombre un artista, La Balsa de la Medusa, 1995. Precio 11€ en La Central.