Hoy traigo una novela policíaca de las que demuestran que para que sea buena no tiene porque estar salpicada de sangre y vísceras. _Con mucho misterio, una trama bien asentada y dosis de situaciones que hace que el lector necesite quitarse las dudas que se va planteando y quiera llegar al final para descubrirlas, la diversión y el éxito en su lectura esta garantizado.
Título: Café y cigarrillos para un funeral.
Autor: Roberto Martínez Guzmán.
Editorial: Serial Books.
Año: 2015.
Páginas: 57 páginas en formato epup
Genero: Novela Negra.
Sinopsis:
«¿Qué sentirías si supieras que vas a morir el día de tu cumpleaños?»El doctor Sánchez entra en la comisaría de Ourense en la madrugada del viernes 19 de julio para denunciar que desde hace un año, mensualmente, le ha ido llegando una carta que anuncia su muerte. Pero la cuenta atrás arranca en el último mes en que ya recibe una carta con plazo de muerte el 20 de julio a las siete de la tarde, fecha de su cumpleaños y hora en que nació. Además, ha empezado a recibir coronas de flores para su entierro.(sinopsis facilitada por el autor)
Autor:Roberto Martínez Guzmán ( Ourense, 1969) . En el año 1988 comienza sus estudios de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. Al cuarto año, decide abandonarlos coincidiendo con el nacimiento de su hasta ahora único hijo. Es en este momento cuando entra en contacto por primera vez con el mundo editorial, dentro del ámbito comercial. En el año 2002 ingresa en el cuerpo de Funcionarios de la Xunta de Galicia, donde permanece en la actualidad.
Ya en 2012, y después de darse a conocer como escritor dentro del género de no ficción, decide publicar su primera novela policíaca, "Muerte sin resurrección", que ocupa los primeros lugares de las listas de ventas de ebooks de Amazon España durante varios meses. Ha autopublicado una selección de cuentas muy originales titulado El día que Blancanieves cogió su guitarra
En la actualidad, trabaja en la que será su segunda novela y cuya publicación está prevista para el año 2015.Impresiones:
Siempre es un placer volver a Galicia aunque sea en un ambiente de novela negra y si en este caso nuestro cicerone es un viejo conocido como Roberto Martínez Guzmán, el placer es doble. Ya hace unos años que conocí y tuve la oportunidad de leer su obra más mediática “Muerte sin resurrección”, una historia que inicio el camino en mi incursión al género policiaco y donde con un argumento interesante, Roberto daba muestras de que puede crear tramas capaces de encandilar a muchos lectores.En esta breve historia (se lee de una sentada debido a sus pocas páginas y a una argumento que una vez coges el hilo no quieres soltar hasta llegar al final y descubrir su desenlace), el doctor Delfín Sánchez llega muy apurado una noche a una comisaria de Ourense para informar a la inspectora Eva Santiago, la misma inspectora que conocimos en Muerte sin resurrección, que alguien le manda anónimos donde le informan de su muerte en un futuro próximo indicando día y hora. Hasta aquí todo parece una broma pero quien esté detrás de esta broma, se toma demasiadas molestias enviándole coronas de flores y contratando hasta un funeral.La novela atrapa pronto al lector, es breve y por ello su autor debe ser meticuloso con la información que da y la forma en que narra los hechos para que no nos quedemos con ganas de saber más de los personajes y no tenga momentos en los que nos haga correr para cerrar escenas. Todo un acierto la narración de Roberto Martínez puesto que con pausa pero sin prisa irá deteniéndose en los detalles de una historia que parece contada con mimo, dándole emoción y mimando la calidad de su pluma. Casi sin darnos cuenta nos pondrá sobre la mesa a los posibles sospechosos, sus móviles y tendrá tiempo para tratar en profundidad la figura de un Delfín Sánchez que afronta lo que podrían ser sus últimas horas en el mundo de los vivos. Junto a él una vieja conocida como Eva Santiago, meticulosa en su trabajo, y una mujer con carácter donde sin sacarle todo el partido que podría, demuestra que si él quiere, aquí hay protagonista para varios casos más.Me ha gustado volver a leer de nuevo a Roberto el piensa que le doy coba por tener cierta mínima complicidad con él y algunas veces cruzamos algunos comentarios de cómo nos va la vida. En mi caso tengo que reconocer que se equivoca, yo no le doy coba, me gusta lo que hace aun cometiendo fallos humanos en sus historias (no voy a repetirlos aquí que ya lo hablamos una vez jajaja). Roberto escribe bien, cuenta historias interesantes, de esas que a pesar de algún gazapo te hace seguir sin darle importancia porque lo que te cuentan te interesa y te metes en la historia y avanzas a la par, te hace seguir por caminos diversos para llevarte a diferentes posibilidades, en definitiva te hace participar de la narración y de sus personajes. En Café y Cigarrillos para un funeral se nota un punto más de madurez, me he encontrado una historia más cuidada, donde Roberto sigue explotando lo bueno que tiene y ha mejorado aquello donde podía fallar.Su novela tiene misterio, una trama original, ciertos toques de reflexión y un ritmo que va creciendo a fuego lento y eso es difícil conseguirlo en tan pocas páginas. Si con esto me acusan de volver a darle coba no sé cómo explicar un libro que ha cumplido todas mis expectativas al finalizar su lectura, pasarlo bien y olvidarme del tiempo mientras me duró en las manos su lectura.Como apunte final diré que a pesar de que sabes que al final los acontecimientos pueden dar cualquier giro, yo acerté el desenlace, pero no por fácil, lo confirme en sus últimas páginas, más bien fue una corazonada.Para toda aquella persona que se animé con su lectura, Roberto la está publicando por entregas en la página Serial Books y ha organizado un simpático concurso a quien adivine el final .Gracias al autor por uno de los regalos más bonitos que me han hecho este mes, el de su historia.