Caja (según la RAE):
Recipiente que, cubierto con una tapa suelta o unida a la parte principal, sirve para guardar o transportar en él algo.
¿Qué tiene una caja de atractivo?
Conocemos la anécdota del niño que ignora el juguete y, sin embargo, se tira un buen rato jugando con la caja.
También a los adultos nos gustan, aunque disimulamos.
Guardamos algunas, que nos llegan llenas de algo que sacamos y consumimos o colocamos en otro lugar , para guardar otras cosas en ellas, aunque todavía no sabemos qué.
En el VIPS he ojeado más de un libro dedicado exclusivamente al diseño de cajas.
Lo lógico es eso, diseñar la caja para contener y transportar algo concreto.
Hay diseños geniales.
El hombre aquel que llevaba las cenizas de su padre dentro de un tetrabrik de Puleva a ver los partidos del Betis (tenéis la historia aquí) podría haber hecho diseñar en cartón un embalaje mucho más digno.
A mí me interesa más el acto de coleccionar cajas, ya vacías de su relleno original, con idea de darles otro uso.
Y esta idea es a menudo una justificación para conservar la caja, que es en realidad lo que deseamos guardar.
Sabemos que la caja ha sido pensada y fabricada con una función concreta, y nos sentimos infractores de alguna ley no escrita al admirar el objeto vacío.
La caja es sólo un envoltorio, pero cuando se trata de la nada, necesitamos la caja para entender, medir, poseer de alguna manera esa nada.
Esta caja que muestro aquí al lado es una de las cajas metafísicas de Jorge Oteiza. No voy a hablar mucho de él ni de su obra, sólo diré que me conmueve enormemente.
Esa especie de abuelo de Heidi, rocoso, con pinta de no necesitar nada ni a nadie que lo protegiera, pasó su vida creando espacios sagrados donde permanecer a salvo.
Me he ido... Vuelvo a la idea del coleccionismo de cajas:
Yo llevo ya unos años juntando cajas de madera, la mayoría de ellas sirvieron para llevar botellas de vino.
Colecciono esas cajas para crear otra colección de objetos (en este caso de alas o de seres alados), y las pinto y transformo en favor de la escena que ahí se va a representar.
Serán pequeñas escenografías relaccionadas con el vuelo y con la idea contradictoria de encerrarlo.
Digo serán porque, a pesar de que empecé esta obra hace al menos 6 años, no he terminado ninguna. Así que sospecho que lo que realmente pretendo es tener eternamente todas esas cajas vacías, o llenas de vacío y de potencia.
Escribo esto para animarme a seguir con ellas, a ver si en algún momento, pronto, son acto y puedo por fin librarme de ellas.