Seguimos desde hace tiempo a Cubat del que ya os hemos hablado en alguna ocasión. Porque nos gusta el concepto gremial en el que está basado, porque nos gustan sus cocineros y porque nos gustan sus proyectos. Hemos visitado algunos de sus restaurantes como os hemos contado, Follia y Casa Nostra, este último antes de tener el blog. Vimos que Cal Mingo, perteneciente a este grupo, había creado una serie de platos con alcachofas del Baix Llobregat, una práctica habitual de este restaurante con los productos de temporada. Nuestra devoción por este producto y la deuda pendiente nos acabó de convencer para quitarnos la espina que teníamos clavada yendo a Cal Mingo.

Aprovechar la carta de alcachofas fue una gran elección para disfrutar de este producto y para conocer el estilo y cocina de Cal Mingo en su casa. Algo habíamos probado en el evento al que asistimos, pero no era un conocimiento exclusivo sólo de él y su cocina. Era un evento especial en el que algo se podía vislumbrar, pero para hablar con todo conocimiento, había que ir a Viladecans y sentarse en el restaurante.
Todos los platos que tomamos llevaban alcachofas. Todos. Cocinada de diferentes formas, en diferentes combinaciones, crujientes, crudas y hasta en el postre. Una bacanal “alcachofera” que nos enseñó que nos falta mucho que aprender para cocinar este producto. Y todas sabrosas. Aunque, como en todo, siempre algunas gustan más que otras.
Empezamos con unas chips de alcachofas, ideal como aperitivo para entrar en materia.










Yo no hemos acabado, aún quedan un par de platos y el postre.


Uno de los ingredientes básicos que no había aparecido era el huevo, pero llegó. Un huevo frito en su punto exacto para ser roto, además con un toque de foie. Aquí el foie era suficiente para engrasar y hacer más cremoso el plato si cabía, pero no para invadirlo. Se percibía sin ser agresivo. El huevo, una vez mezclado con la alcachofa también pasada por la plancha pero más gruesa que las chips derivó a un plato muy cremoso que también nos tocó la fibra.


Y el postre, el sorprendente postre donde también había alcachofa.


Toda la cena la acompañamos con un Somontano, un Enate y con Cava, aunque yo no tomé este último. Puedo tomar una copa de cava como aperitivo, pero me cuesta para acompañar una comida. Es difícil maridar la alcachofa, tiene un sabor especial y el cava dicen que es una buena elección. Supongo que dependerá de cuál sea éste. Pero no os puedo contar. Aunque si os puedo decir que el Enate acompañó este derroche a la perfección.

La carta de temporada de Alcachofa de Cal Mingo tiene más platos. Demasiados probamos, gracias a Mingo que nos hizo un menú especial con raciones más ajustadas para que pudiéramos probar más variedad. Si los platos hubieran sido del tamaño servido habitualmente no hubiéramos podido (es una forma de hablar, claro porque delante de una mesa…) y, como podéis ver en su carta, los precios son muy ajustados, y podemos decirlo ahora que hemos probado la calidad de su cocina. Como siempre, dependerá de la elección de cada uno, pero podéis disfrutar de una buena comida o cena por 35-40 Euros, bebida incluída.
Cuenta saldada con Mingo. Ahora ya podemos decir con seguridad que ha ganado unos clientes porque volveremos en cuanto podamos, en cuanto veamos algún cambio de su carta de temporada, algo que suele hacer para aprovechar el producto fresco del Baix Llobregat, que lo hay y muy bueno, o para comer un plato de bacalao como solo él sabe hacerlo.
Tenéis que ir. Si os gusta la alcachofa, aprovechad ahora hasta final de temporada porque hay platos realmente exquisitos. Si no os lo podéis combinar y se pasa el tiempo, permaneced atentos a sus novedades. A nosotros se nos pasó la carta de setas, nos quedamos con las ganas, pero este lo cogimos al vuelo!!.
Gracias Mingo por tu cocina, por tu recibimiento y por tu profesionalidad y la de tu equipo. Un placer que esperamos repetir.
