No solo existen playas de finísima arena dorada y de color marfil en la costa de Alicante también hay tramos de un litoral muy abrupto que crea hermosos acantilados y pequeñas calas y playas de grava como la Cala del Moraig. Y más allá de estas pequeñas extensiones blanquecinas te puedes encontrar con maravillas de la naturaleza como la Cueva de los Arcos, un idílico paraíso para los buceadores.
No a todos gustan las playas de grava, arena gruesa y bolos cantoneados por el agua. Es posible que disfruten más con la fina arena que se te escapa entre los dedos. Pero para aquellos que prefieren las playas de grava y las aguas más transparentes para realizar snorkel o bucear este tipo de calas son su paraíso.
La Cala de Moraig no es excesivamente conocida porque se encuentra un poco escondida. Si su ocupación es alta es por las personas que viven en las urbanizaciones de alrededor. Se abre entre abruptos acantilados de más de cien metros de altura y, entre ellos, aparecen pequeñas brechas donde surge una pequeña playa o cala. Rincones de bolos o grava con aguas limpias, cálidas y transparentes. Pero el encanto especial reside en los Arcos de Benitatxell. Una hermosa gruta con arcos que abre sus puertas al mar y que guarda los secretos de piratas, contrabandistas y humildes pescadores que buscaban su sustento diario.
La Cueva de los Arcos es la primera que nos da la bienvenida después de una fuerte pendiente en descenso. A ella debemos bajar con calzado antideslizante porque si queremos verla debemos andar entre la roca húmeda. Esta cueva, puerta al mar, es la salida de un río subterráneo llamado Blanco y que discurre paralelo a la costa. Vierte sus aguas creando numerosas galerías bajo el mar, una gran experiencia para los amantes del submarinismo. Es una de las cavidades acuáticas más importantes de Alicante.Si queremos subir para ver el acantilado y la formación de la cueva podemos hacerlo por un sendero vallado que comienza su ascenso en la misma carretera de descenso a la playa.
En la Cala del Moraig disponemos de algunos servicios: asistencia sanitaria, bar, aparcamiento, servicio de autobús y actividades y talleres en el periodo estival. Pero hemos echado de menos las duchas. Desde Jávea y por la calle de Benitatxell seguir por la Cv-740 hasta llegar al Poble Nou de Benitatxell. En el primer semáforo debemos girar a la izquierda en dirección hacia la urbanización Cumbre del Sol. Entramos en ella ascendiendo en la montaña. Por la carretera principal y sin dejarla comenzaremos a descender hasta una curva muy cerrada.
Una fuerte pendiente de descenso nos separa de la Cueva de los Arcos y la cala. El aparcamiento lo tenemos a los dos lados de la carretera. La explanada que hay al llegar a la playa con una pequeña rotonda la han dejado habilitada para los autobuses y vehículos oficiales. Dependiendo de la hora y día que lleguemos encontraremos sitio para aparcar en esta pendiente. Y habrá que descender hasta la playa cargados.
La recompensa son las aguas de excelente calidad y el entorno rocoso y de vegetación que tiene este rincón alicantino.
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