Este fin de semana, para estrenar agosto, decidimos disfrutar de un poco de ocio por nuestros paisajes. Os traemos unas cuantas fotos e información que esperemos que os gusten, y una ruta bastante relajada que hicimos el sábado con algunos de los lugares más mágicos de la zona. La pena es que no teníamos la cámara buena y son fotos tomadas con el móvil, asi que pierden bastante. En cualquier caso, nada mejor que vivirlo en directo.
Empezamos el viernes por la noche, cuando después de un día de tormenta de verano el cielo se veía así de espectacular desde la casa.
El sábado y el domingo nos acompañó el sol con algunas nubes, en un día espectacular en el que incluso a media tarde se estaba fenomenal en la calle. Fuimos en una excursión bastante tranquila y relajada, de hecho salimos a las 11 que era algo más tarde de lo que teníamos planeado.. pero ya sabéis lo que pasa, hasta que consigues mover a todo el mundo..
La primera parada fue en El Burgo de Osma, a tomar un torrezno en una de las terrazas de la plaza mayor, echar gasolina y hacer algo de compra. Desde allí seguimos hasta Calatañazor, una pequeña aldea que conserva todo el encanto del medievo.
Después de un paseo por este encantador pueblo continuamos hacia la Fuentona, parando en el milenario sabinar de Calatañazor.Desde el sabinar de Calatañazor a la Fuentona, un monumento natural de aguas transparentes del que aún no se conoce el fondo. Dejamos el coche al principio del camino, antes del aparcamiento de pago, y recorrimos la senda junto al río para hacer hambre. Al llegar allí nos sentamos a disfrutar de la tranquilidad y el reflejo de la naturaleza en la poza, las libélulas que planeaban sobre las aguas, ¡y varios pecer que vimos saltar fuera del agua! De hecho el agua es tan transparente que veíamos a los peces nadar en ella, y hacíamos apuestas de cuándo volvería a salir a la superficie. Lo único que nos quedamos con intriga de saber de qué especie serían esos graciosos peces voladores, si alguien lo sabe que nos informe.
Para comer, parada en la zona para degustar productos caseros. Venado escabechado, trucha, croquetas de boletus y de postre leche frita. Una delicia. Comimos en una terraza al fresco, cogiendo fuerzas para la última parada que nos quedaba, la joya de la corona: el Cañón del Río Lobos.Cómo íbamos un poco vagos y teníamos el día completo, optamos por acceder en coche por la entrada de la Galiana, y recorrimos la senda del río sólo hasta el colmenar de los frailes. Queda pendiente hacerla entera otra vez, pero la verdad que eran muchas cosas para un sólo día.. ¡y aún quedaban! Subimos hasta la ermita y el balconcillo, accedimos a la Cueva Mayor y la Menor, y recorrimos parte de la senda junto al río Lobos, disfrutando de las vistas, los farallones rocosos, el fresco del agua correr y los buitres sobre nosotros.
Para terminar este gran día, volvimos a casa e hicimos una barbacoa en el merendero abierto. Chuletas, chorizo y panceta, no se puede pedir más… Bueno, sí, coronar el día con un poco de teatro. Y así, fuimos a las ruinas romanas de Clunia a ver la obra “Dios” de Woody Allen en el festival de verano de Clunia. Allí, entre historia, risas y mucha, mucha gente, culminamos un gran día en la comarca. En cuánto podamos, más.
Post de las Casas Rurales la Chimenea de Soria. Turismo y naturaleza entre Soria y Burgos.