Revista Talentos
El pasado sábado los chicos de la casa se fueron a echar una de sus míticas siestas (poco les falta para ponerse el pijama) y en cuanto desaparecieron por el pasillo LittleAna dijo: -¡Mamá ¿hacemos ese calendario de Navidad que me dijiste?-.
Ana no olvida y en cuanto le dices algo está erre que erre hasta que lo ve/hace/come dependiendo de lo que estemos hablando. Sinceramente intenté darle largas porque me parecía muy pronto pero, por otro lado, mucho mejor que en seguida nos pilla el toro.
Dicho y hecho ¡nos pusimos en marcha!. Saqué unas bolsitas de papel que tenía su cumple… como no tenía 24 corté seis bolsas en cuatro y pegué los laterales necesarios para convertirlas en minibolsas (este proceso fue un rollo pero mereció la pena) mientras yo hacía esto Ana decoraba las bolsas con pegatinas.
Yo me río mucho con ella porque no deja nada al azar, me iba explicando la selección que hacía de las pegatinas, porqué las pegaba ahí, etc… hasta aquí todo fue un poco caótico, toda la mesa llena de bolsas, celo, pegatinas y demás.
Para poner un poco de orden coloqué en seis columnas y cuatro filas los 24 sobres y le di a Ana un rotulador para que los enumerase. ¡Me encanta el resultado!
Como todo fue tan improvisado no teníamos chuches así que ahí paró la manualidad por el momento. Por la tarde nos fuimos a comprarlas y al llegar a casa cogimos la grapadora y comenzamos a sellar cada bolsita.
Este proceso fue ¡una tortura!… Ana olía con pasión cada golosina antes de introducirla en el día correspondiente, yo me contuve pero me costó tanto como a ella ¡que aromas madre!
Por cierto ¿porqué chuches?… como imaginaréis este no es nuestro primer calendario de adviento y tengo cierta experiencia. Conociendo a mi hija prefiero regalarle 24 cosas que desaparezcan rápido (¡ñam!) que 24 regalitos que sé que acabarán rodando por casa, me tendrán de los nervios porque tenemos al amigo LittleDani de 18 meses que todo lo pilla y acabarán en la basura por no tenerlos que volver a recoger.
Finalmente puse una cuerda fina colgando de las dos estanterías de la habitación de mi chica y fui prendiendo cada una de las bolsitas con pinzas. Queda muy bien ¿verdad?. Aquí os recomiendo que prendáis alternativamente bolsas de un extremo y otro, es decir la 1 y la 24, la 2 y la 23… así veréis el espacio del que disponéis y la composición os quedará más equilibrada.
Y hasta aquí la manualidad de hoy, de momento LittleAna aguanta estoicamente la tentación ¡es una máquina!. Espero que os animéis porque hay tiempo de sobra y pasamos unas horas muy divertidas haciéndolo… Ana estaba ilusionadísima.
P.d.: Muchas gracias por vuestra compresión ante mi bajona con el blog. ¡Un abrazo!See you later alligator!