Calígula fue un emperador romano de la dinastía Julio-Claudia que ejerció el mando del Imperio desde el año 37 d. C., tras la muerte de Tiberio. Según fuentes, durante su reinado fue el emperador más cruel y sádico. Además de ser uno de los mas odiados por su pueblo y allegados.
Infancia de Calígula
Cayo Julio César Augusto Germánico nació en el año 12 d. C. y desde que tenía 2 o 3 años acompañaba a su padre, el gran general Germanicus, en las campañas militares que este llevaba a cabo en el norte de Germania. Aquí es donde recibirá su sobrenombre de “Calígula” que significa “botitas”. Se le confeccionó un uniforme completo de soldado imperial a su medida y de aquí su apodo, que al parecer no le gustaba nada.
A la edad de 7 años, mientras acompañaba a su padre a una misión en Siria, un emisario de Tiberio, emperador del momento, asesinó a su padre. Se presume que el emperador veía en su padre un potente enemigo político. Calígula vio morir a su padre, un hombre corpulento y fuerte, y al parecer se obsesionó con la idea de que sufriría el mismo destino.
Sin duda uno de los acontecimientos que marcó el perfil de Calígula como monstruo fue la llamada del emperador Tiberio para que este fuese a Capri. Calígula con 19 años se convertiría en el fiel servidor Tiberio, que no se quedaba atrás en cuanto a crueldades, injusticias, incestos y demás depravaciones.
Según análisis realizados de los hechos históricos, Calígula pudo padecer uno de los primeros síndromes de Estocolmo y por tanto siguió los pasos de su maestro, Tiberio.
Ascenso al trono
En el año 35 Tiberio nombró herederos a Calígula y a Tiberio Gemelo pero en el año 37 muere el emperador asesinado. Se discute la causa de la muerte existiendo la opción de que fuese Macrón, amigo de Calígula.
Los fidedignos escritos de Suetonio, de los que se han podido sacar todos estos datos biográficos, defienden que fue asesinado por el propio Calígula.
Al morir Tiberio, su testamento fue anulado, con la excusa de que este había estado demente a la hora de redactarlo. Calígula sube entonces al poder en el año 37 gracias al respaldo del Senado y de la mayoría del pueblo, gracias a que su entrada triunfal en Roma, como hijo del legendario Germánicus, convenció a la población.
Malcolm McDowell en el papel de Calígula
La crónica dice que durante los primeros meses de su reinado existió un periodo de paz y prosperidad. Calígula colocó los restos de Tiberio en el Mausoleo de Augusto, pese a que el pueblo lo odiaba. Además concedió la amnistía a los exiliados y adoptó como sucesor a Tiberio Gemelo.
La transformación en un monstruo
Es un gran enigma el cambio de comportamiento tan abrupto que sufrió Calígula de la noche a la mañana. Los análisis que se han podido realizar muestran que sufrió un grave ataque epiléptico debido al plomo del vino que bebía, que al parecer no era poco.
Existen escritos que dicen que el pueblo se manifestó públicamente deseándole al emperador una pronta recuperación, sin saber aun lo que eso significaría.
Cuando Calígula se recupero de estos ataques epilépticos ordenó ejecutar a muchos exiliados que habían vuelto a la provincia, además de ejecutar sin juicio a su mujer, a su amigo Macrón y a la mujer de este.
Se cuenta que Macrón conspiró contra Calígula para asesinarlo mientras este aun estaba enfermo pero esto probablemente fuese paranoia de Calígula, provocada por su enfermedad.
Durante su mandato tuvo que afrontar una grave crisis económica que solventó por la corrupción que llevaba a cabo. Entre otras cosas mando asesinar a personajes adinerados para quedarse con su patrimonio, alegando falsas acusaciones.
Las relaciones con el senado fueron de mal en peor, ya que Calígula los veía con cierta independencia política. Debía deshacerse de ellos. Revisó casos de traición durante el imperio de Tiberio y, con una gran habilidad para la exageración y la inventiva, se salió con la suya.
Así, muchos senadores fueron marcados con fuego, enviados a trabajar a minas, encerrados en jaulas, lanzados a los feroces leones, abiertos en canal con sierras o, si tenían suerte, simplemente enviados a correr detrás de su carroza, u obligados a permanecer de pie mientras él comía deliciosos manjares.
Sus mayores y más disparatadas locuras
En el año 40, Adminio, hijo del rey de Britania, rindió pleitesía al emperador, que vio aquí una gran oportunidad de engañar a su pueblo. Organizó una entrada triunfal con Adminio y sus hombres como presos, fingiendo la conquista de Britania.
Lo que el pueblo no sabía era que el rey de Britania había expulsado a su hijo y a sus hombres, renegando de estos.
Aun más llamativa fue la “batalla contra Neptuno” que llevaron a cabo los hombres de Calígula. Este ordenó disparar flechas al mar y posteriormente recoger las conchas que, según el emperador, eran los restos del dios del mar.
Otra de esas historias que siempre se cuenta sobre la locura de Calígula fue el nombramiento de su caballo, Incitatus, como sacerdote y como cónsul de Bitania (al norte de Turquía).
Incitatus era un caballo de carreras y se cuenta que solo perdió una de ellas. El jinete que lo montaba fue mandado ejecutar. Además mandó construir una villa con 16 jardines y 18 sirvientes, solo para su amado caballo.
Por nombrar otra de sus locuras, no menos importante, no se nos puede quedar en el tintero la invención de un culto a sí mismo, con templos y representaciones para el culto al emperador. Además decapitó cabezas de estatuas de dioses para colocarles su cabeza.
Se dice que antes de su muerte él ya sabía que iba a morir por varios sucesos ocurridos, que en realidad interpretó como quiso.
Su asesinato fue llevado a cabo por una cabeza pensante, Casio Querea, pero en realidad existía un complot de altas dimensiones ya que eran muchos senadores, ciudadanos y demás personajes los que querían ver muerto a Calígula.