Los mundiales Sub 17 siempre le fueron esquivos a Argentina. En 14 ediciones, nunca pudo pasar del tercer puesto. Y el primero de esos podios fue en el campeonato disputado en Italia, donde, de la mano de Marcelo Gallardo y Juan Sebastián Verón, la albiceleste llegó hasta semifinales, donde España le puso un freno a la ilusión argentina.
Habían pasado tres ediciones del Mundial Sub 17. Una eliminación en la fase de grupos, otra en cuartos de final y un certamen sin presencia argentina. Y, pese a que la actuación de los dirigidos por Mostaza Merlo fue discreta, puso meterse entre los mejores del torneo.
En el partido inicial, ante China, Argentina salió a la cancha con: Raul Sanzotti; Gustavo Lombardi, Ricardo Castellani, Carlos Chaile, Rodolfo Arruabarrena; Silvio Rivero, Claudio Husaín, Rubén Bernuncio, Juan Verón, Marcelo Gallardo; Luciano Oliveri (foto de abajo) y Christian Akselman. En el banco esperaban Damián Garófalo, Ariel Zapata, Ángel Morales, Rubén Comelles, Juan Azconzábal y Norberto Alonso (hijo).
Verón y Castellani marcaron, para vencer 2 a 1 al elenco chino. Luego, una derrota por 1 a 0 frente a Estados Unidos complicó la clasificación a cuartos de final. Los chicos estaban obligados a no perder contra Italia, el local, para conseguir el pasaje a la siguiente ronda. El 0 a 0 fue suficiente para superar la fase de grupos.En cuartos esperaba Australia, a quien los comandados por Merlo vencieron 2 a 1, gracias a dos goles de Comelles y uno, en contra, de Azconzábal. Pero en semifinales se terminó el sueño, ya que Murgui marcó el único gol del encuentro con España, y la Furia Roja se quedó con el pasaje a la final.
El premio consuelo era pelear por el tercer puesto ante Qatar. Argentina arrancó abajo en el marcador, pero Akselman estampó la igualdad a diez minutos del final y la definición se estiró hasta los tiros desde el punto del penal, donde Oliveri, Azconzábal, Comelles y Zapata marcaron para asegurar el lugar en el podio.
El goleador argentino –Comelles (foto de arriba), quien convirtió dos goles-, llegó a debutar en Argentinos Juniors en 1994, pero no pudo marcar goles en la docena de partidos que jugó allí. Recién pudo anotar su primer tanto en Primera tres años después, jugando para Gimnasia de Jujuy. Allí jugó tres años y sólo pudo convertir en cuatro oportunidades. Así se desinfló su carrera, hasta terminar en clubes del ascenso mexicano, hasta terminar como técnico en las inferiores del Bichito.¿El resto de los desconocidos? Castellani no pudo debutar en River y se fue a probar suerte a clubes del ascenso italiano, Akselman dejó Racing para iniciar un recorrido por diferentes clubes del ascenso, igual que Silvio Rivero y el hijo del talentoso Beto Alonso. Garófalo, arquero de Estudiantes, defendió la camiseta de algunos clubes de ascenso y se fue a jugar a Honduras. Oliveri, delantero de Racing, también se mudó a Centroamérica. Pasó por el fútbol guatemalteco y por El Salvador, pero retornó el país para defender la camiseta de la Academia nuevamente, aunque en futsal.