A Nacho Vigalondo le van los universos paralelos y la ruptura de las coordenadas espacio-temporales. Lo demostró en “Los cronocrímenes” y ahora podemos verlo en este cortometraje, “Cambiar el mundo”, también del 2007. Vemos a un hombre que parece un nuevo personaje del día de la marmota, que se despierta una y otra vez con el despertador… y comprueba que sus decisiones hacen que entre en un universo u otro, que se multiplique indefinidamente su identidad… Se trata de un don que ni siquiera “Los Increíbles” de Pixar tenían, y que a nuestro protagonista puede acercarle a la locura o a mejorar el mundo. Una interesante propuesta, tan original como desquiciante.
La referencia a “Una verdad incómoda” y a la campaña medioambiental son elementos secundarios en este corto, aunque estén en su génesis y finalidad. Lo esencial es esa lucidez para hablar de la libertad como elemento constitutivo del ser hombre, esa llamada a la responsabilidad que es mayor en quien tiene más poder, y esa disposición de poner las propias habilidades al servicio de los demás: todo un panorama antropológico de lo más sugerente. Desde el punto de vista del lenguaje cinematográfico, el montaje y la planificación adquieren un papel principal en ese laberinto de personalidades, y Carlos Areces intenta dar voz a esos otros egos para unirlos en una única causa… hacer el mundo un poco mejor.
En la imagen: Fotograma de “Cambiar el mundo”. – Copyright © 2007. Producción de Fotogramas y Nokia. Todos los derechos reservados.
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