Revista Cultura y Ocio
Nuestro sistema educativo se ha basado en tres postulados: - Siempre ha sido así y ha funcionado;- Las mentes jóvenes se han de dominar y someter a los dictados del capitalismo neoliberal dominante para que todo esté en su sitio, además mientras les embutimos los conocimientos absurdos vamos haciendo selección “natural” de los que son capaces de tragarse tanta mierda inútil: nos aseguramos su sumisión al sistema y el que no se encasille en esos parámetros, pues fuera; - Muchísimos profesores y educadores no son libres ni son conscientes de la situación ya que sus cerebros están atrofiados por haber sido deseducados de la misma manera, y tampoco son libres ni conscientes del veneno emocional que cerró sus corazones.Es deseable y necesario que quienes están horas y horas con nuestros niños y jóvenes sean personas más libres de los inmundos dictados de esta sociedad loca de atar. Es más necesario que nunca que los profesores hagan sus procesos de crecimiento y liberación personal, para ir más allá de sus condicionamientos personales y, sobre todo, para no inculcárselos inconscientemente a los alumnos, nuestro hijos, el presente y el futuro de esta humanidad en convulsión liberadora.Lo paradógico es que cada vez es más difícil hacer honor al significado etimológico de la palabra; educare significa yudar a hacer emerger lo mejor de dentro de una persona, su don (poco que ver con hacerle tragar contenidos aburridos, absurdos e inútiles), que sienta y pueda expresar qué le motiva desde su interior y, desde ahí, buscar los conocimientos y experiencias necesarios para explorar, dominar ese campo, el que sea, que sea su pasión. La misma Wikipedia se equivoca al definirla como el proceso mediante el cual se transmiten conocimientos; o se equivoca en la definición o simplemente es fiel a la realidad mas no a lo que en esencia debería ser la educación.No enseñamos a los niños a pensar, a relacionar, a buscar y seleccionar información. Una pena. Ni enseñamos a los niños a sentir, a palpar la vida en cada instante. No nos enseñaron eso. Y lo necesitamos para hacernos seres libres. Las consultas de los psicólogos están llenas de personas cuyo problema es: “no siento” “no me siento”. Hay mucho que respirar conscientemente. Y mucho cuerpo anestesiado por re-sensibilizar. Volver a habitar el cuerpo, como en la infancia.La forma en la que hemos sido educados odia el pensamiento divergente. Este pensamiento te lleva a imaginar, a pensar, a trabajar con otros, a pensar juntos para encotrar una solución, una idea brillante. Permite disfrutar aprendiendo, pensando y ayuda a apreciar el pensamiento de los otros porque te permite mejorar.El pensamiento divergente significa juego, equivocación, reconducción, pruebas, interés, pasión por aprender y descubrir, mejorar de forma continuada, inventar. Todo esto es una debilidad en la cultura productiva de las fábricas, lo que interesa es encontrar una forma y repetirla continuamente, toda aportación, todo cambio o mejora se denomina inmediatamente como molestia, problema, o mosca cojonera.Lo que está en la base son diferentes miradas, distintas formas de ver el mundo, la vida y fundamentalmente las personas.La base del pensamiento divergente es la pregunta ¿Se podría hacer de otra forma? La base del pensamiento actual es la afirmación categórica “Esto es así y simpre lo ha sido” lo cual es mentira, las cosas son de muchas formas y no han sido siempre iguales. Porque las preguntas son instrumentos para generar pensamiento, para imaginar posibilidades, para abrir puertas de cambio, no para responderlas inmediatamente, sin reflexión, sin interés como se hace en tantos sectores académicos, que ciertamente, resultan bastante nocivos.