Cambio de conciencia, cambio de realidad
Vivimos momentos de cambio constante, esto nos hace sentirnos vulnerables, no sabemos muy bien lo que pasará al día siguiente. La nueva realidad nos ha puesto en una situación muy incómoda, ya que todo en lo que creíamos seguro ha perdido su integridad. Políticos, banqueros, la iglesia... en todos estos estamentos, hemos oído noticias de corrupción y cosas peores. Ahora enjuiciamos a los jueces cuando hacen su trabajo y dejamos libres a los poderosos porque se han hecho con todo el poder. Nos surge una gran desesperación al creer que no podemos hacer nada, cuando sí que podemos empezar a hacer menos poderosos a los que son.
Lo barato es porque alguien no está pagando lo que en realidad cuesta (mujeres y niños en países del oriente trabajando por 2€ al día). Todos percibimos un sueldo, pensión o paga que hace alguien y al igual que algunas empresas revierten parte de sus beneficios a la sociedad que pertenecen por lo que han recibido de ella, cada uno de nosotros deberíamos plantearnos lo mismo e intentar distribuir nuestro dinero en la economía local, ya que si beneficiamos a nuestro vecino, por contagio saldremos beneficiados nosotros.
Por eso cuando tomemos la decisión, dónde compro y qué compro, pensemos que somos creadores de nuestra propia realidad. Con el simple gesto de invertir parte de nuestra economía en la economía local, conseguiremos sin darnos cuenta un entorno mucho más justo y esperanzador.
Si piensas que la cosa no va contigo, solo comentar que de una forma u otra todos estamos conectados, y lo que hoy dejas de lado, puede pasarte a ti en un futuro no muy lejano y de seguro te gustaría recibir ese apoyo que ahora estás negando.
Ya no hay excusa, ¿qué piensas hacer con tu próximo euro?
Francisco Beltrán Ortín