Revista Infancia

Cambios en el embarazo, el flujo vaginal

Por Celia Garabaya @britishbubbles

el flujo vaginal en el embarazoCuando somos primerizas en el embarazo. Hemos recibido una gran cantidad de información de amigas, las revistas… Pero, la verdad es que tenemos la cabeza tan saturada que no sabemos lo que es normal y que señal puede indicarnos que estamos teniendo un problema con el embarazo. Al fin y al cabo, nuestro cuerpo se comportará de forma diferente a lo que nosotras conocemos. Y el tener a nuestro niño dentro de nosotras, hace que cualquier pequeño cambio pueda inquietarnos y asustarnos por si algo va mal. Por eso, en el blog de British Bubbles queremos tratar todos los aspectos que pueden ser diferentes durante las 40 semanas que dura el embarazo. Hoy vamos a hablar del flujo vaginal. Ya que es muy probable que cambie durante este periodo. De esta forma, sabremos como reconocer que está pasando exactamente y eliminar las preocupaciones de un plumazo. Antes de empezar, decirte que los cambios son normales y durante el embarazo, no suelen suponer ningún riesgo, simplemente los necesitamos para poder albergar una vida dentro de nosotras.

¿Qué es el flujo vaginal?

Para entender los cambios que va a sufrir el flujo vaginal durante el embarazo. Debemos ser capaces de entender de verdad que es el flujo o secreción vaginal. Algo que llevamos viviendo desde la primera regla y que hemos visto a lo largo de nuestras vidas diferentes cambios sobre todo en los diferentes momentos del ciclo menstrual.

Llamamos al flujo vaginal, a todos los fluidos (líquidos) que se producen en nuestro cuerpo (biológicos) tanto de forma interna como externa en la zona de la vagina.

El flujo vaginal es un buen indicador de la salud interna de la vagina. Ya que por ejemplo, cuando tenemos una enfermedad venérea, lo primero que va a cambiar es el flujo que expulsamos. Por eso es muy bueno que aprendamos desde pequeñas a reconocer los diferentes tipos de flujo. Hagamos un pequeño repaso según el momento del ciclo que estemos:

Cuando comienza o finaliza el ciclo, tenemos un flujo espeso de color blanquecino y con poco olor.

Durante la ovulación, el flujo se vuelve mucho más trasparente y se vuelve muy elástico. Lo podemos notar al tacto. Ya hablábamos de esto con el tema de los días fértiles. Y como reconocer el momento de ovulación, ya sea para evitar el embarazo, o para conseguirlo.

Cuando sufrimos alguna enfermedad podemos ver diferentes formas en el flujo. Veamos algunos ejemplos. Banco y denso indica que podemos sufrir candidiasis. Si es mucho, verdoso y con espumita podemos hablar de tricomoniasis. Entre algunas enfermedades.

Flujo y embarazo.

Una vez que entendemos un poco mejor como funciona el flujo vaginal, vamos a ver que ocurre cuando nos quedamos embarazada. Primero debes saber que aunque las secreciones son muy similares en todas las mujeres. Cada una tenemos nuestro toque personal. Lo que quiero decir que si tu flujo no encaja con los que hemos definido anteriormente, pero has estado toda la vida con él. No quiere decir que tengas un problema. Ya que todo varia de unas mujeres a otras.

Cuando hablamos del embarazo, siempre hay que destacar un detalle muy importante. Es la acción que tendrán las hormonas en nuestro cuerpo. Y como modificará su comportamiento y por supuesto sus fluidos también. Entre ellos el flujo vaginal.

Cuando hablamos del flujo vaginal, hay una hormona concreta que influye directamente en el aspecto y sobre todo en la cantidad de secreción que tenemos. Se trata de los estrógenos. Entre otras cosas, los estrógenos, hacen que nuestro torrente sanguíneo, aumente considerablemente en todo el cuerpo. Y también en la zona de la vagina y el útero. Esto provoca que aumente la cantidad de flujo que expulsemos por la vagina.

Los estrógenos, aumentan según avanza el embarazo. Con lo que nos podemos encontrar un aumento según pasen las semanas. De hecho, durante las primeras semanas no notemos nada diferente. Y será cuestión de tiempo, que veremos que poco a poco, cada vez tenemos más secreciones. Alcanzando el máximo al final del embarazo. Antiguamente, el aumento del flujo indicaba el tiempo que faltaba para dar a luz.

Las características del flujo, son las mismas que cuando estamos en el principio o el final del ciclo. Que lo definíamos como blanco, sin olor (o no mucho). De todas formas si nosotras siempre al principio y fin del ciclo menstrual lo tenemos de otra forma, es posible que lo tengamos igual. Lo más importante es el aumento de la cantidad.

Es cierto que al final del embarazo, suele espesarse un poco, convirtiéndose en más denso. Aunque el resto de condiciones son prácticamente iguales que durante todo el embarazo.

Hay que tener siempre en cuenta el tapón mucoso. Desde que comienza el embarazo, parte de las secreciones que crea nuestro cuerpo, no se expulsan. Se retienen en el cuello uterino, creando el tapón mucoso. Del que seguramente hayas escuchado hablar.

Y al final del embarazo, hay un indicador que nos avisa que estamos muy cerca. Se trata de la expulsión del tapón. Esto puede ser días antes de dar a luz. Y no hay una forma concreta de hacerlo. De hecho, podemos notar como sale un liquido como la clara del huevo, en pequeñas cantidades poco a poco. O también puedes expulsarlo de golpe. Por suerte, el tapón mucoso es fácil de reconocer cuando lo expulsamos, aunque en algunos casos, podemos confundirlo con el flujo vaginal.

Mis cuidados.

Durante el embarazo debemos tener un cuidado especial con nuestra higiene, alimentación, ejercicio… Ahora nos vamos a centrar en la higiene de la zona vaginal.

Siempre debemos mantener la limpieza en la zona. Aunque debemos tener cuidado y no obsesionarnos, ya que un exceso en la higiene de la zona, puede desencadenar en una perdida de la flora. Lo que facilitaría una infección. Podemos ducharnos una o dos veces al día si queremos. Nos lavaremos igual que siempre, no necesitamos un exceso. Pero, eso si, es importante secar bien la zona al acabar, ya que la humedad, también llama a las infecciones. Siempre debemos limpiarnos desde adelante hacia atrás.

Si tenemos mucho flujo vaginal, podemos utilizar compresas o salva slips. Pero, nunca utilizaremos tampones.

¿Debo ir al médico?

Mi consejo siempre durante un embarazo, es que si algo nos preocupa, o nos ronda mucho la cabeza. Ve al médico. De esta forma aunque no sea nada, nos quedaremos tranquila. El embarazo es una época muy importante para nuestro bebé y se ha demostrado que el estrés en la madre, le afecta de una forma mucho más fuerte que si fumamos.

Las claves para ir al médico es en función del aspecto y la cantidad de flujo que echamos. Si notamos algún cambio diferente a los que hemos mencionado anteriormente. O si desde el primer momento el aumento de flujo es exagerado. También si creemos que podemos tener alguna infección, o si nos duele o molesta la zona.

Es importante que una mujer conozca bien su flujo. Ya que es una forma de saber en que estado estamos. Debemos cuidarnos y revisarnos cada poco tiempo. Al fin y al cabo con la salud no se debe jugar y menos cuando estamos embarazadas.


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