Os dije a los lectores que aquí somos absolutamente imparciales en nuestras observaciones. Nosotros criticamos el “libertarianismo” porque es una ideología nada liberal. Pero cuando los “libertarianos” hacen cosas o cambios positivos, no debemos tener problema alguno en aplaudir o apoyarles en ese sentido. Entre los días 13 y 15 de febrero, se celebró la conferencia en Washington D.C. del famoso grupo liberal “International Students for Liberty”. En España hay varias delegaciones del grupo en Madrid y Barcelona.
Lo cierto es que por primera vez, esta conferencia por lo visto no ha parecido ser un buen sitio para el típico derechista rancio que escucha la Fox News o “Libertad Digital” como hacen sus homólogos españoles. De hecho, el personaje más popular de la conferencia fue Edward Snowden. Senadores “conservadores” o libegales mejor dicho como Marco Rubio fueron objeto de burlas. Nadie expresó respeto por ese tipo de personajes. En vez de invitar a personajillos casposos, extremistas, “anti” todo, invitaron al ex-presidente mexicano Vicente Fox para defender legalizar las drogas. Obviamente, NO estoy a favor, por supuesto, de legalizar ninguna droga ilegal pero siempre es mejor invitar a Fox que a miembros con vínculos neonazis como ocurría en el pasado.
Lo más positivo de la conferencia: el rechazo notable contra RON PAUL. La juventud norteamericana se ha dado cuenta que Ron Paul no es uno de los nuestros. NO es liberal ni democrático. Durante años hemos ido denunciando aquí el extremismo inaceptable de Ron Paul. En la conferencia, dio un discurso patético sobre “la libertad universal” y recibió pocos aplausos. Hace tan solo tres años, Ron Paul hubiese sido la estrella de la conferencia. Ahora, no es más que un viejo decrépito e irrelevante para los jóvenes de todas las edades. Lo rechazan masivamente. Solo un idiota puede apoyar a alguien como Ron Paul. Lo que ha chocado a mucha gente, no sin razón, es el apoyo explícito que ha dado Ron Paul a la Rusia de Putin.
Está claro, y me alegro, que lo que une a los libertarianos ahora ya no es esa obsesión enfermiza contra “el estao malvado”. De hecho, casi todos en la conferencia al parecer aceptaron que el estado proteja a las minorías. El “paleo-libertarianismo” y “paleo-conservadurismo” eran elementos notablemente AUSENTES por primera vez. No se habló para nada de “los derechos de los estados” ni una obsesión con “el derecho a la propiedad privada” (como aún ocurre, desafortunadamente en los círculos libegales españoles).
El contingente europeo de esta organización se distinguió por la lucha contra los movimientos nacionalistas en Europa, en sus países. Hay que decir, cómo no, que “Students for Liberty” en España también ha tomado posturas mas o menos positivas en algunas cuestiones (aunque muy pocas y en general es un grupo que yo considero enemigo de la democracia social y de nuestros derechos humanos).
Mucho menos positivo también me pareció este artículo europeísta. Es increíble como esta gente que se hace llamar “libertaria” o incluso, “liberal”, escriben artículos aplaudiendo instituciones que destruyen a países enteros como la Unión Europea. Lo más chistoso del artículo es que el personaje autor dice que la Unión Europea ha dado “influencias libertarianas” a los gobiernos nacionales. ¡Es al revés! Nunca hemos estado en España, por ejemplo, tan regulados y reprimidos como ahora en 30 años de “democracia”. Yo creo que este chico ha fumado demasiados porros ya en la Complutense: una práctica muy de los autodenominados “libertarians”. Les encanta el pito de marihuana, pero no les gusta mucho el análisis profundo. Van a lo fácil, son vendedores, mercaderes de la mentira y traficantes de fantasías absurdas. Animo a los jóvenes de la Complutense encontrarse con este chico y decirle cuatro verdades, que sus ideas no son bienvenidas en España y que tenga cuidado con los datos antes de escribir.
En resumen, me ha gustado bastante ver estos acontecimientos. Si todo va como ahora, creo que en unos años más esa retórica pesada “anti-estatista” será cosa del pasado, de un pasado ignorante y poco comprometido con el progreso del ser humano y otras especies.