Nuestro viaje comienza en Ulm (Alemania) a finales de junio, primer día de las vacaciones escolares. La idea es llegar a Cabo Norte lo antes posible para disfrutar del sol de medianoche en su máxima plenitud (el mejor día es el 21 de junio) y después bajar lentamente recorriendo Noruega; pero por el camino vamos a visitar algunos lugares que nos quedan (casi) de paso. Como Hamburgo, Estocolmo o la ciudad finlandesa de Rovaniemi, hogar de papá Noel.
Tras recorrer 700 km, en los que no ha parado de llover, llegamos a Hamburgo. Aparcamos en un parking público cerca del centro y nos damos una vuelta por la ciudad y por su famoso puerto, el más grande de Alemania y uno de los más grandes del mundo.
Camino de Rostock, donde tenemos que coger el ferry mañana bien tempranito, pasamos por la hermosa ciudad de Lübeck, cuyo casco antiguo fue nombrado por la UNESCO patrimonio de la humanidad. No nos extraña, a nosotros nos encantó.
Por la tarde llegamos a Rostock, el paseo por el centro no está mal, pero no es un lugar que yo recomiende especialmente, salvo que tengas que venir por aquí. Nos dirigimos al puerto donde salen los ferries y en la naviera nos confirman que podemos pernoctar allí, pese a los carteles que advierten que el parking es solo para 1 hora. Efectivamente el lugar está lleno de autocaravanas y camiones que hacen noche allí. No es un sitio bonito pero si práctico si tienes que estar, como nosotros, a las 6:00 en la zona de embarque.
Tenemos pasajes para el ferry que va de Rostock Trelleborg (Suecia), que tras mucho investigar era la opción más barata que encontramos.
Los tres billetes más una AC de menos de 6 metros nos han costado 70'72 €.A las 7:30 estamos zarpando puntualmente y a las 14:00, seis horas y media después, desembarcamos. Camino de Estocolmo dormimos en un parking de Norrköping tras recorrer
En Estocolmo buscamos un camping pues no hemos sido capaces de encontrar un área libre, en realidad es como un gran aparcamiento para autocaravanas.
El lugar está en una isla, bajo un puente con mucho tráfico, nada bonito y muy ruidoso, pero es lo que hay. La zona turística de la ciudad se encuentra a 2 km y el paseo hasta allí, a la orilla del agua, es agradable.
Antes de entrar de lleno en el casco antiguo ascendemos a la plataforma de observación
El paseo por Estocolmo, la ciudad formada por islas, merece la pena, con montones de rincones para recordar.
Por supuesto nuestro paseo por la ciudad incluye el ayuntamiento, donde cada año se hace entrega de los premios Nobel.
Tras 960 km paramos a dormir en un área de descanso de la carretera.
Entramos en Finlandia y nos dirigimos a Rovaniemi, la que oficialmente se considera la ciudad de Papá Noel.
Por supuesto se trata de un complejo turístico bastante tristón en verano; aunque el famoso personaje está todo el año a disposición de los niños por un (no sé si módico) precio. Nosotros pasamos de verle porque nuestro hijo Noel ya estaba mayor para ver a su tocayo y menos pagando.Lo mejor de la visita ¡que por fin cruzábamos el círculo polar ártico!
Seguimos nuestro camino por la Laponia finlandesa y allí tenemos la oportunidad de ver nuestros primeros renos.
Como es lógico salimos disparados a fotografiarlos; quién nos iba a decir que iríamos encontrándolos por todas partes y en más de una ocasión bloqueando las carreteras. Aunque ningún ejemplar tan espectacular como este con el que nos cruzamos poco antes de abandonar Finlandia.
En un área de una pequeña carretera, después de conducir 663 km, pasamos nuestra última noche antes de llegar a nuestro destino soñado.
Entramos en Noruega y por primera vez desde que salimos luce un sol espléndido sin una sola nube. La temperatura es realmente alta para el lugar, más de 30°. El paisaje por el camino está lleno de lagos, pequeños montes de los que brotan algunas cascadas y con vegetación baja.
A las 14:15 llegamos a Cabo Norte, tras 3500 km de camino. Pero esa será una historia para el próximo post.