Camino de Santiago en bicicleta

Camino de Santiago en bicicleta

Fotografía: Caminosantiagoandalucia.org

Enero y febrero no es que sean precisamente meses propicios para hacer el Camino de Santiago, y menos aún en bicicleta, ya que el el frío no suele ser buen compañero de viaje. Ahora bien, probablemente más de uno y dos de los que estéis leyendo estas líneas tendréis en mente hacer la peregrinación a lo largo de 2013, e imagino que andaréis preparando la 'escapada'.

Pues bueno, hoy vamos a echarle nuevamente un vistazo a la ruta apostólica, pero de una manera algo diferente, sobre dos ruedas. Vamos a ver algunos consejos para aquellos que queráis hacer el Camino de Santiago en bicicleta.

Y es que cada día son más las personas que se animan a recorrer las diferentes vertientes del camino de este modo; bien sea por no tener el tiempo suficiente para hacerlo a pie, por tener la opción de llegar a más sitios a conocer o simplemente por practicar su deporte favorito. Sea como sea, en este tipo de ciclorutas conviene tener una serie de elementos en cuenta, echémosles un vistazo. 

Carril bici | Fotografía: Aventurate.com

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que hacer el Camino de Santiago en bicicleta no es apto para todos los pulmones, hay que tener cierta práctica en este deporte y, de ser posible, experiencia pedaleando por carreteras, más que nada porque parte del camino transita por los arcenes de carreteras nacionales. El ciclismo es un deporte bonito, pero exigente, y unos consejos nunca vienen mal.

La condición física que se tenga también es muy importante, ya que tenemos que tener en cuenta que un viaje así puede suponer estar pedaleando entre 4 y 6 horas diarias, con el consiguiente esfuerzo muscular que ello conlleva. Si no se está muy preparado, es mejor tomar por las carreteras evitando los caminos de tierra, os cansaréis menos ( pero son más peligrosos y se disfruta menos de los paisajes ). De ser posible sería recomendable prepararse físicamente con anterioridad y visitar a un médico, no vaya a ser que tengamos alguna problemática de salud que nos impida hacer los esfuerzos tan fuertes que suponen esta experiencia.

Escoger una bicicleta adecuada también es un punto vital. Una bicicleta de montaña nos permitirá adecuarnos a cualquier tipo de camino, pero son más pesadas y más difíciles de llevar por carretera.

Tantos kilómetros en bicicleta pueden ser sinónimos de que alguna caída habrá, por lo que conviene llevar un pequeño botiquín a la mano, un teléfono móvil ( siempre ) por si hay que llamar a emergencias y por supuesto las protecciones básicas ( casco y chaleco reflectante ).

En cuanto a la bicicleta en si, primero de todo tenemos que llevar una que sea de nuestra talla ( si, las bicis tienen tallas ) y que mecánicamente este en buen estado. Es muy importante tener conocimientos básicos de mantenimiento y llevar las piezas oportunas para cuando ocurran incidentes ( cámara, parches, llaves, alicates ), ya que es muy fácil que tengamos algún pinchazo o que en una caída los radios de la rueda queden mirando “pa cuenca” y haya que tirar hasta el taller más cercano rectificando la rueda a malas. Todas estas cosas las podéis encontrar fácilmente en la tienda de bicicletas de vuestro barrio, en Bikester o en las grandes tiendas de deportes de los centros comerciales.

Bicicleta con alforjas | Fotografía: Wibikes.com

En cuanto al equipaje y la vestimenta hay que tener en cuenta varios factores. Primero de todo la carga debe ir en las alforjas de la bicicleta, no en la espalda. Hay varios sistemas para distribuir la carga por la bicicleta. Debemos evitar llevar carga en la espalda ya que por la postura natural al pedalear, con el tiempo puede dañarnos la espalda. También es importante que la ropa sea transpirable, impermeable y de colores vivos ( rojo, amarillo, naranja, etc. ).

Un cuentakilómetros, además de un GPS y el susodicho teléfono móvil ( con cámara, conectividad WIFI y 3G ) no serán de mucha ayuda para guiarnos por las interminables llanuras castellanas y los vericuetos montañosos del norte.

Finalmente solo me quede desearos un buen viaje a aquellos que hayáis optado por las dos ruedas, y recordad que aquí no prima ser el primero en llegar a Santiago, sino en disfrutar del camino con tranquilidad.