Ayer domingo pude acompañar a mis amigos de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León para realizar la primera etapa del Camino Mozárabe Sanabrés, caminamos por tierras zamoranas desde Granja de Moreruela hasta Tábara en una de las etapas más bonitas de las que tengo recuerdo por esta zona. Os propongo unas fotos para que os hagáis una leve idea y os animéis a conocer este maravilloso Camino de Santiago.
En tres autocares salimos a las 08.00 horas de León y nos dirigimos hasta Granja de Moreruela, apenas bajarnos de los vehículos toda la gente se metió en el bar El Teleclub para desayunar y prepararse para la excursión.
En Granja de Moreruela se divide el Camino en dos, se puede continuar por la Vía de La Plata hacia Astorga o hacia Ourense por el Camino Mozárabe. Ya tengo andado el camino hasta Benavente así pues quería conocer esta alternativa que resultó ser especialmente bella.
El primer tramo es un estupendo camino por montes de jaras donde los jabalíes se esconden a nuestro paso, pequeñas subidas y bajadas entre los encinares que hacen muy entretenido el caminar.
Y al fin llegamos al Puente Quintos donde José Almeida, hospitalero en Tábara, nos esperaba para darnos unos fuertes abrazos e indicarnos por dónde continuaba la etapa, justo al cruzar el puente hay que abandonar la carretera. Había nutrias pescando en las orillas del Esla y la mañana era espectacular.
Por un senderín a la orilla del río subimos hasta un castro prerromano que tiene unas vistas sensacionales del Esla y toda la comarca. Un alto disfrutando del paisaje y a recuperarse de la subida.
Desde el castro continuamos caminando por entre encinas y arbustos hasta llegar a la puerta de la finca ValdelaRosa, adiós a los árboles y tenemos que subir un monte cruzando la carretera ZA-2443. A la bajada de ese monte ya vemos Foramontanos al fondo, unas interminables pistas rectas nos llevan hasta el pueblo.
Al llegar a Foramontanos de Tábara hicimos parada de rigor para comer algo y rehidratarse que no se puede caminar tanto a palo seco. Ya llevamos más de 18 kilómetros a cuestas y se nota algo de cansancio y de apetito. ¿O no?
Salimos de Foramontanos por una recta pista forestal que nos llevará a cruzar el Arroyo del Molino. Las obras de la línea ferroviaria de alta velocidad han causado algún cambio sobre el trazado original pero nada del otro mundo. Son unos siete kilómetros de camino por el monte que resultan muy agradables y silenciosos y desde este paso elevado ya vemos Tábara a lo lejos.
Una vez en Tábara y ya cambiados y repuestos de la caminata nos abrieron las puertas de Santa María para que pudiéramos visitar la exposición dedicada los Beatos de Tábara, esos maravillosos códices medievales que en este mismo lugar fueron realizados.
Muchas gracias a José Almeida. y al alcalde de la villa, realmente sensacional. Volveremos a Tábara el día 14 de febrero para realizar la siguiente etapa: hasta Santa Marta de Tera. Yo no podré ir pero regresaré a Tábara en cuanto tenga ocasión.Daniel Paniagua Díez