Si eres de los que aprovechan su tiempo de descanso para conocer sitios con historia, no te pierdas la oportunidad de visitar El Camino Real. A lo largo de 187 kilómetros en el norte de la Provincia de Cordoba, República Argentina, el trazado revive las costumbres y tradiciones criollas de antaño.
Dónde queda El Camino Real
El Camino Real es una ruta de 187 kilómetros de largo ubicada en la porción norte de la Provincia Argentina de Córdoba. Durante todo el trazado, el visitante conocerá lugares históricos y tendrá la posibilidad de degustar platos típicos de la región y productos elaborados de forma artesanal por los pobladores de la zona, que mantienen vivas a través de ellos la rica cultura criolla de los inmigrantes que forjaron la zona y le dieron una identidad regional propia.
El recorrido empieza en la localidad cordobesa de Colonia Caroya, un lugar de una rica y variada tradición en gastronomía típica friulana, la colonia de inmigrantes que se apostó en la zona. Entre sus más exquisitos platos se destaca el “salame de la colonia“.
Más adelante el trazado pasa por Jesús María, en donde degustar un asado en el marco de un espectáculo de doma y folclore es moneda corriente. Allí, la especialidad son las carnes hechas a la parrilla en alguno de los múltiples establecimientos que hay en el pueblo.
Después, siguen las locaciones cordobesas de Totoral, San José de la Dormida y de Tulumba como parte del trazado del Camino Real. En cada una de estas paradas, el turista podrá saborear preparaciones dulces y mermeladas de frutas caseras, colaciones del tradicional dulce de leche argentino, alfajores, entre otros productos autóctonos.
Y llendo más hacia el norte de Córdoba, llega el momento de conocer Caminiaga, el Cerro Colorado y la zona norte de San Pedro, lugares que se destacan por sus asados con cuero y corderos hechos en hornos de barro; también por el pastel denominado Cambray, el dulce de leche elaborado de algarroba y el arrope.
Entonces será el turno de conocer la posta San Pedro Viejo, reciclado y convertido actualmente en un hotel de alto nivel, en donde el visitante también podrá probar especialidades gastronómicas propias de la cocina de la región, como es el caso de los ravioles de cordero braseado, la humita hecha en chala y el cordero cocido a los dos fuegos.
Más allá, el Camino Real pasa por Villa de María de Río Seco y por San Francisco del Chañar, lugares ideales para no perderse las carnes asadas, el locro y las empanadas criollas. Después, en Quilino hay que darse el gusto de probar el cabrito, un plato que es único por su gusto, color y textura, producto de su alimentación diferente a causa del alto porcentaje de sal que presenta el suelo de la región, muy próxima a las Salinas Grandes.
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Por último, en Deán Funes el folclorista y cocinero “Gringo” Pacheco es el encargado de recibir a los turistas y ofrecerles las mejores parrilladas de cortes caprinos y vacunos, y sus típicas mollejas de cabrito al disco.
Por todo esto, el Camino Real es un destino para no perderse en el norte cordobés, de la mano de la cultura y la gastronomía típica de cada una de las locaciones que va atravesando.