Revista Cultura y Ocio

CAMPAÑA ELECTORAL (I): las dudas.

Publicado el 14 septiembre 2012 por Molinos @molinos1282
CAMPAÑA ELECTORAL (I):  las dudas.Un descerebrado me dice: ¿Vótame!! ? ¿Eso es todo lo que se te ocurre? ¿Acaso está prohibido hacerse autopromoción o es que has perdido la imaginación?
Que cabrito. Y lo peor es que tiene razón. “Vótame” es un slogan muy pobre, como de partido electoral. No dice nada, suena a como qué me da vergüenza, a que tengo poco interés, o peor, a que tengo poca confianza en mis posibilidades. Ahora que lo pienso, parezco Obelix gritando bajito “Comprad, comprad mis hermosos jabalíes”. Mierda.
Seguro que si me aplico puedo hacerlo mejor y alguna idea ocurrente e ingeniosa (aparte del soborno) para conseguir el voto aparece aleteando desde el fondo de mi cerebro.
Me pongo a ello. A pensar algo. Ya está. Con dos cojones, voy a hacer una campaña electoral que no se parezca a ninguna otra: una campaña divertida, ingeniosa y que no sea para nada cansina.
Que idea más guay. Mi falsa modestia bloguera aletea feliz y se relaja porque ya tiene post para mañana.
De repente, otro descerebrado suelta en twitter una indirecta: Juro por esta tierra virtual que jamás votaré al bloguero o bloguera que haga campaña y pida votos para ganar un premio!! ¿Y la dignidad?
Mierda. ¿No mola una campaña? ¿Qué hay de malo en pedir votos? Empiezo a dudar.
Si te presentas a un premio es porque crees que hay alguna posibilidad remota de ganar o de quedar finalista. Si además es un premio que depende de que te voten, lo suyo es pedir el voto, porque aunque los descerebrados son listísimos y muy aplicados, digamos que se dispersan y si no les abraso, son capaces de olvidarse de votarme. Es más, si no pido el voto ¿cómo van a saber qué me presento? ¿Acaso no debería haberme presentado? Este es un premio de los buenos, ni siquiera tiene patrocinador ni premio. ¡¡ Si gano me darán una estatuilla de metacrilato!! En el fondo soy una heroína, como gane a ver donde pongo una estatuilla de metacrilato. ¿Cuál es la gracia entonces? Joder, pues que si lo ganas,  no ganas nada, sencillamente ganas porque hay mucha gente a la que le gusta lo que haces y se toma la molestia de votarte. Y eso mola mil.
¿Mi dignidad? ¿Qué tiene que ver mi dignidad? Escribo porque me gusta y sobre lo que me gusta y si lo que escribo le gusta tanto a la gente como para meterse en el infernal sistema de votación de Bitácoras y apoyar el blog…creo que mi dignidad está perfectamente a salvo.
Las dudas me corroen. ¿Qué hago? ¿Hago la campaña? ¿Me callo? ¿Voy por la calle con pancartas pidiendo el voto? O ¿me hago la digna y digo “A mí los premios me dan igual”?
Mientras estas dudas me corroen, llego a una decisión salomónica: empiezo la campaña con mis dudas.
Gracias a los dos descerebrados inspiradores.

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