El Micalet
Fundidas en hierro, no solo basta técnica y conocimiento para convertir el sonido de una campana en su toque de identidad. Esa sonoridad tan especial depende también del campanero porque tiene que transmitir, a través de la campana, una melodía delicada o impetuosa; una música que sea capaz de susurrarnos levemente o de sobrecogernos con su estruendo igual que si estuviera gritando. Dulces y suaves tañidos que sean capaces también de transmitir alegría o tristeza.
Sonoridad de unos toques que se han convertido en una tradición y que convocan a muchos valencianos en determinadas fiestas religiosas tan solo por el placer de escucharlas o por ver como los campaneros las voltean, repican…
…Y es así que los fundidores valencianos, sobre todo los de Albaida, tuvieron tanta categoría que se les emplazó en una calle de Valencia, céntrica y estrecha, que llevaba hasta el rey de los campanarios: el Miguelete.
Cuando comenzó a construirse la catedral de Valencia se edificó una pequeña torre que solo podía albergar seis campanas. Pero con el tiempo se dieron cuenta que era demasiada pequeña para la expansión que estaba experimentando la ciudad y decidieron edificar una mayor. El Miguelete comenzó a construirse en el año 1381. Una torre robusta con 51 metros de altura y forma octogonal.
Caterina
La más antigua, incluso del reino de Aragón, es la Caterina que fue fundida en tiempos del primer campanario de la catedral. Una gran joya que se conserva y que aseguran, mantiene la misma sonoridad de antaño. Solo voltea en las grandes festividades y repica cuando lo hace la Bàrbera.Violante
La más jovencita es la Violant que fue fundida en el año 1735. Y entre las dos todas las demás. Junto a ella se encuentra L’Úrsula (1438) que es utilizada para los volteos y repiques.Úrsula
Acompañan a las campanas grandes otras más pequeñas. La María, por ejemplo, pesa 1.765 kilos y fue la primera que se volteó en el Miguelete. Es la más grande de todas las que se encuentran en esta sala. Era la campana que se utilizaba para los toques, repiques, muerte, alarma y tormenta. María osciló hasta 1559 y desde entonces fue volteada.María
Eloy fue trasladada desde el campanario de Santa Catalina en el año 1942 ya que se pensaba que iba a ser derribado debido a su mal estado.Bàrbera
Bàrbera está debajo de La Caterina y era una de las campanas que más se utilizaba mediante el volteo y medio vuelo.Pau participaba en los repiques y cuentan que solamente comenzó a voltear a partir del siglo XIX. Su principal papel era el de marcar el silencio de las demás campanas en los casos de excomunión.
Pau y Arcís
Una gran caja de resonancia esta sala porque las campanas no lanzaban al aire sus sonidos y se dispersaban hacia el exterior del Miguelete sino que se acumulaban dentro de la sala gracias a las ventanas de madera que las tapaban a mitad de altura. Y no como protección para los campaneros…Manuel
Ya en tiempos de Jaime I se dictaron algunas normas para el uso de las campanas y Valencia, durante cientos de años, las hizo famosas incluso compitiendo con el resto de Europa.Al principio, los toques que se realizaban procedían del norte de Cataluña. La campana no se volteaba. Uno de los movimientos más utilizados era el de balancearlas pero sin provocar que giraran sobre sí mismas, que voltearan. Las movían en media vuelta y con repiques que provocaba el doble del badajo.Este toque no solo se utilizaba en la catedral de Valencia sino también en la de Toledo, Salamanca y Mallorca. Pero con la llegada de un nuevo arzobispo, San Juan de la Ribera, los toques evolucionarían hacia el volteo continuado. Algo que, en un principio, hacían los campaneros agarrándose al yugo de madera e impulsándose con su cuerpo para hacer girar la campana. Algo que provocó numerosos accidentes… Además, añadieron el repique con lo que crearon melodías muy hermosas.Vicent
Los campaneros seguían los toques mediante unas reglas que venían marcadas en la Consueta. En el libro venía descrito con todo detalle cómo debían realizar los toques; regulaba el espacio de tiempo para cada campana según tardaba en subir y bajar; la duración del silencio entre toque y toque… Para mover las campanas eran necesarios 30 hombres que estaban dirigidos por el campanero mayor. Solo en Valencia se llegaron a recopilar hasta 170 toques diferentes.Existían melodías que tocaban a arrebato cuando querían avisar a la población de algún peligro inminente o cantaban la muerte de algún vecino con un toque especial si era hombre, mujer o niño. Además, el campanero era diferente si el difunto estaba casado o soltero. El toque más popular era el del Ángelus que sonaba en toda la ciudad al mediodía y que los huertanos respetaban al máximo. Con su llamada dejaban de trabajar, se retiraban la gorra y el pañuelo y comenzaban a orar.Manuel
Al igual que existía un toque al alba media hora antes de abrir las puertas de la muralla para iniciar un nuevo día o al atardecer cuando se iban a cerrar.Al principio del siglo XX el campanero era un profesional que vivía en el Miguelete y que se encargaba del toque diario de las campanas. Fue en 1968 cuando decidieron automatizarlas y retirar las ventanas de madera colocando unas rejas. Pero en 1995 se volvieron a colocar para recuperar el sonido tradicional.Jaume
El Gremio de Campaneros se formó en el año 1988 con el objetivo de practicar y difundir los diferentes toques tradicionales de las campanas valencianas.Y seguimos nuestro ascenso hasta la terraza del Miguelete donde, en una gran espadaña, vemos a la protagonista del campanario, el Micalet. Es la campana más grande del Miguelete y la que le dio el nombre. Fue fundida en el año 1539 y pesa siete toneladas y media. Era la encargada de tocar las horas. Arriba de la espadaña, y mucho más pequeña, se encuentra el Cimborriet que era la encargada de marcar los cuartos de hora.Micalet y Cimborriet
Desde aquí, y en una vuelta de 360 grados contemplamos algunos de los monumentos más emblemáticos de Valencia sobresaliendo de ese laberinto de casas y edificios de la ciudad.‘La campanas son la única voz que queda del pasado’. Francesc Llop.