Susannah huye de su boda a lomos de la Harley de un chico malo y entra en un mundo para el que no la habría podido preparar ningún manual de protocolo.
Un mundo con hombres como Mitch Blaine, genio de los negocios que no aguanta a la alta sociedad; Sam Gamble, un visionario carismático, y Yank Yankowski, un friki fabuloso.
Estos tres hombres obligarán a Susannah a poner a prueba su valor y su capacidad para amar en el mayor desafío de su vida.
Hay autoras que tienen un sello especial, ese toque que las hace inconfundibles. Susan Elizabeth Phillips, SEP para sus incondicionales y son muchas, lo tiene. La descubrí a través de su serie Los Chicago Star, esos chicos a rebosar de sentido del humor, testosterona, y tan irresistibles que enamoran, incluso en el caso de Dan Calebow y su bocazas en Tenías que ser tú. Lo que la hace especial es que sabe combinar la comedia con la ternura, sus protagonistas femeninas desarman por su temperamento generoso, frágil y batallador. Hasta las más borde se hace querer, véase Suggar Beth en Ella es tan dulce. Todo lo que había leído de esta autora, que admiro incondicionalmente, me había gustado y creí que podría reconocer una de sus historias antes de terminar el primer capítulo, pero después de leer ¡Campeona!, me he llevado una sorpresa porque SEP ha dado una vuelta de tuerca a la novela romántica con una trama mucho más compleja que se aleja de los patrones habituales.
Susannah Faulconer es casi perfecta, es la hija de un magnate apodado El Rey en San Francisco. Todo su entorno brilla con el halo de los privilegiados, pero cuando se escarba un poco descubrimos una joven de veinticinco años prisionera de los convencionalismos. Está a punto de casarse con un hombre que no es otra cosa que una réplica de su exigente y muy respetable padre. El día de su boda todo debería ser perfecto, sin embargo aparece un motero de cabello largo que la insta a tirar todo por la borda para huir con él.Con este inicio pensé que la historia se centraría en una novia a la fuga, pero esto no es más que el principio de una historia de me ha absorbido de principio a fin y que se aleja por completo de lo imaginable porque ese momento cambia el rumbo de la vida de una mujer abocada a la rigidez del entorno en el que vive para descubrir todo un mundo de retos que no solo cambiarán su futuro, sino el de otras tres personas. Sinceramente llevo un rato debatiéndome conmigo misma acerca de si hablar más de la trama o no; por un lado me gustaría que quien la leyera se llevara la misma sorpresa que yo porque no me esperaba la aventura que nos ha regalado la autora. Por otro, ¡Campeona! no es una historia de amor al uso, SEP rompe muchos esquemas ya que el romance no es realmente el epicentro de esta maravillosa historia, sino una faceta más de la novela. Bueno, al menos voy a intentar presentar el entorno sin revelar mucho. Hoy en día todos tenemos un ordenador en casa; se ha convertido en un elemento indispensable en nuestras vidas, pero detrás de este equipo hay una revolución que se inició en los garajes de los barrios de clase media entre jóvenes idealistas. Sin proponérselo Susannah, la protagonista indiscutible de esta novela, se ve envuelta en una aventura que la llevará a luchar sus mayores batallas en un mundo esencialmente dirigida por hombres. Todo transcurre en San Francisco, la cuna de los ordenadores tal y como los entendemos hoy en día, entre mediados de los setenta y principio de los ochenta.Susannah es una joven en exceso correcta, deseosa de agradar, con maneras anticuadas, pero la clave está en su pasado. Es el fruto de una infancia difícil donde solo una persona le ha brindado su amor: Jöel Faulconer. Pero Joel es, además de ese padre que le cayó del cielo, un hombre implacable, que ama a su hija pero la ahoga con sus exigencias. Ha alcanzado lo más alto, su empresa es líder en la informática de entonces; su ambición le ha llevado a controlar cualquier aspecto de su vida, incluida su hija. Cuando Susannah conoce a Sam Gamble, un joven idealista, con mucha labia y rebelde, todo su ordenado mundo salta por los aires. Despierta en ella anhelos inconfesables que su novio ni siquiera sospecha. A partir de entonces la vida de Susannah da un giro descontrolado y se ve envuelta en una aventura que no solo cambiará su vida sino la de otras tres personas que sacaran lo mejor de ella pero también la desquiciaran como nadie. Sam Gamble es un visionario, vende el talento de su amigo Yank, el genio que trabaja en la sombra. Pero Sam se topa una y otra vez contra una pared de intolerancia por parte de los que manejan el dinero y sabe que sin ellos, por muy humillante que le resulte, nunca conseguirá salir del garaje de su madre. Pero su temperamento rebelde, exigente, impaciente suele jugar en su contra. Cuando conoce a Susannah entiende al momento que ella es lo mejor que puede tener en su vida, su contrapunto, el que le proporcionará la clase y la respetabilidad que secretamente desea. Aun así su ambición algunas veces no tiene límites, así como su ego.Yank Yankowski es un personaje secundario que al principio no deja entrever lo especial que es. De hecho es imprevisible, su comportamiento roza el autismo, pero en su caso es una forma de abstraerse de todo lo que le rodea porque su mundo son los microchips, la electrónica, los videojuegos. Es un personaje clave entre Susannah y Sam.¡Campeona!es ante todo una historia de amistad, con fuertes lazos de honestidad, idealismo, tesón e ilusión. El romance tiene su peso, pero no es lo fundamental, porque lo que realmente atrapa es la hazaña aparentemente imposible que inician estos jóvenes. Todos ellos abocados al fracaso, genios sin ningún aval ni garantías pero dispuestos a quebrantar las normas establecidas en los negocios, preparados para darlo todo por un sueño.
Otros personajes se darán a conocer, como Angela, la peculiar madre de Sam, Paige, la caprichosa hermana de Susannah, Joel, el padre ultrajado por el comportamiento de su hija, Mitch Blaine, un posible inversor con visión de futuro, y Carl, el novio rechazado.Otro punto a destacar es la minuciosa investigación que se adivina entre bastidores, y aunque no el lector no sea un genio de la informática, como yo, podrá seguir sin problema los acontecimientos de la novela. Lo dicho, ¡Campeona! ha sido una caja de sorpresa que me ha dejado con una sonrisa en los labios, una preciosa historia de ilusiones cumplidas pero también decepciones, traiciones, amores y desamores. Algunas veces el amor puede sacar lo mejor de ti, pero otras… lo que más admiraste de esa persona puede ser lo que acabe convirtiéndose en el mayor obstáculo. PD: En los libros la primera impresión es la portada, os aviso que esta no hace justicia a la historia que narra SEP. No os dejéis llevar por la imagen que puede inducir a esperar otro tipo de novela.