Revista Cultura y Ocio
OpiniónHay historias de amor que no siempre son lo que una espera. Cuando conoces a una persona, lo que tu mente e ilusiones esperan son una buena relación, que tu amor sea correspondido y que vivas toda la situación, con pasión e ilusión, pero sobre todas las cosas lo que quieres es que esa persona de las que tu también te enamoras, sienta lo mismo que tu, que experimente lo mismo, para así estar con las mismas desventajas.
Esta historia comienza como todas las historias de amor. Dos personas que se conocen y comienzan una relación.
Pero en este caso para Nora esta relación, que para ella comienza con ilusión, las cosas no serán como esperaba.
Nora es una mujer inteligente, dinámica, alegre y con una vida que le gusta. Su encuentro con Héctor es casual y ella enseguida se siente atraída, pese a que todo se desarrolla demasiado rápido y aunque desde el principio ya huele raro, Nora esta cegada.
De Héctor solo vemos lo que la protagonista nos esta contando, pues es una historia intima y en primera persona, por lo que en ningún momento sabemos lo que piensa él. Así solo tenemos lo que percibimos y en ese aspecto desde el primer momento no da buena espina.
La relación parece ir viento en popa, rápida, pero Nora aun así esta enamorada.
Pero las cosas no son como una piensa y llega un punto en el que Nora empieza a intuir cosas raras, situaciones incomodas y cosas que no se explica.
Hay una cosa que hay que tener en cuenta y es que desde el principio de la novela, se da una situación por la que ya puedes intuir el final de esta historia. Una historia cargada de sentimientos, miedos. Descubres como son capaces las personas de jugar con la confianza de una sin sentir ningún tipo de remordimientos, creyéndose con el derecho a ello.
Como el amor puede cegarnos hasta el extremo de aguantar cosas que sabemos que no debemos tolerar, pero que por eso que llamamos ahora, lo permitimos.
Una historia cortita que se lee en un momento y que me ha gustado.
Sara