Alguna vez has notado que algunas canciones después de escucharlas se te pegan todo el día, incluso de un genero que odias, o con una letra horrible, y peor aun, escuchas una canción que aborreces y algún amigo o familiar lo sabe, la canción se te pega y tu amigo te escucha tararearla lo que procede a una burla que dura igual que la canción en tu cabeza.
Bueno pues el 99% de la población se ha sentido en algún momento “infectada” por una canción que no puede quitarse de la cabeza. Andréane McNally-Gagnon y Silvie Hébert, de la Universidad de Montreal (Canadá), han decidido estudiar el fenómeno en profundidad.
En sus experimentos, pidieron a internautas francoparlantes que puntuaran 100 canciones pop según su capacidad para hacerse pegadizas. El primer puesto fue para Ça fait rire les oiseaux, de La Compagnie Créole, seguida de I Will Survive (Gloria Gaynor), Don't Worry, Be Happy (Bobby McFerrin), Live Is Life (Opus) y Singing in the Rain (Gene Kelly). Tras elaborar el ranking, las investigadoras invitaron a 18 músicos profesionales y a 18 sujetos corrientes a que tararearan y grabaran sus canciones “obsesivas” y anotaran su estado mental antes y después. Y observaron que la respuesta era diferente: la canción pegadiza (earworm o "gusano del oído" en inglés) se mantenía durante más tiempo en la cabeza de los músicos. El fenómeno, concluyen, sucede principalmente cuando sujetos tienen un estado emocional positivo y se mantienen ocupados con actividades no intelectuales como caminar, que requiere poca concentración. “Quizás es un mecanismo para impedir que nuestra cabeza ‘rumie’ otros pensamientos o que cambie nuestro ánimo”, explican.