La verdad que mis esperas en el dentista siempre valen la pena en cuanto a volver a casa con alguna receta nueva. Y es que llevar a Juanín al dentista me aborrece porque es perder casi la tarde, entre el viaje y que siempre, siempre van con retraso; pero a la vez me entero de los cotilleos del corazón que de otra manera ni veo, aunque en lo que mas me para es en las secciones de cocina de esas revistas. Siempre me traigo alguna receta anotada en la libreta que anda por el bolso. Esta vez era tan sencilla que vino en la cabeza jajaja. No suelo comprar el jamón de york cortado de pieza grande, siempre lo compro envasado; pero esa semana mi madre se empeño en comprarlo así en la carnicería y llevaba días en la nevera. Ya sabéis que así se pierde pronto y al ver la receta lo recordé; aun estaba bien así que vi la manera ideal para aprovecharla y de esa manera tener "lista la cena de esa noche". Es sencilla, fácil, barata y rica, vero que no podemos pedir mas. Y seguro que esta es del agrado de todos.
Ingredientes:8 loncha de jamón de york (largas)1 huevo duro1 latita de atún en aceite2 cucharadas de harina3 cucharadas de aceite de oliva200 ml de leche75 gr de queso rallado
- Lo primero vamos a hacer una bechamel a la que una vez cocida añadiremos el atún escurrido y el huevo picado.
- Cortamos las lonchas de jamón de york a la mitad y las extendemos en la superficie de trabajo.
- Vamos poniendo un cordón de bechamel al principio de calda loncha y enrollando formando así el canelón.
- Los colocamos en una fuente apta para horno, espolvoreamos con el queso rallado y gratinamos.