Pilar González Moreno escribió un completo artículo para EFE Salud sobre el estigma que viven las personas que consumen cannabis con fines terapéutico, una práctica que está muy alejada a la clásica imagen de una persona fumando un porro cuando siente dolor o cuando está diagnósticas con una enfermedad crónica o terminal. En realidad, el cannabis terapéutico se consume en un tipo de aceite que se administra a través de goteros. Pilar entrevistó a varios investigadores y especialistas en el tema:
El cannabis, se advierte en la web del Observatorio, “no es una panacea”, pero sí posee propiedades terapéuticas para el tratamiento sintomático de algunas enfermedades, como diversos cuadros de dolor crónico, trastornos motores asociados a la esclerosis múltiple, caquexia en cáncer o sida, vómitos y náuseas asociadas a quimioterapias oncológicas, convulsiones en epilepsias infantiles y desórdenes inflamatorios gastrointestinales.
El cannabis terapéutico suele venir en frascos con gotero para que cada paciente se administre las gotas que necesita. Sus usuarios, normalmente suelen acudir a los club de uso recreativo de la marihuana para adquirir estos frascos, pero afirman que se sienten casi como “criminales” porque consumir y transportar THC es ilegal. El CBD está admitido como suplemento alimenticio y se puede comprar hasta por internet.