No salgo de mi asombro. Revilluca, president of Cantabria, ha asistido hoy a la presentación de un coche construido íntegramente con piezas elaboradas en Cantabria. El titular me ha llamado la atención y he pensado que sería algún prototipo para desarrollar en el futuro. Y, bueno, prototipo si es. Pero lo que se dice futuro, no le veo mucho. Las fotos dejan varias cosas claras: que en Cantabria debe haber sitio de sobra para aparcar, que no tenemos fábricas de volantes, ni de asientos, ni de salpicaderos, ni de maleteros, ni de ventanillas… Eso si, fabricamos el logotipo de Wolksvagen, así que al menos ya tenemos una marca para el vehículo en cuestión. Claro, que como los de Wolksvagen se tomen mínimamente en serio lo de la propiedad industrial, les pueden poner una demanda a estos que ni la SGAE al ayuntamiento de Kanpezu.
Y es que en Cantabria tenemos mala suerte, porque si los vascos no hubieran presentado su fantastimóvil eléctrico la semana pasada, hoy habríamos quedado como unos campeones. Pero es que igual el futuro de la industria de Cantabria no pasa por la autarquía productiva, sino por la innovación y por buscar alianzas fuera de la tierruca y mirarse menos el ombligo pasiego.