Magazine

Canteros, el eslabón perdido

Publicado el 15 septiembre 2011 por Marianofusco

Canteros, el eslabón perdido

La noche cordobesa enamoraba con su atractivo menú: Superclásico Mundial entre Argentina y Brasil por la extinta Copa Roca, rebautizada como Copa Nicolás Leoz para la edición 2011. Las ausencias obligadas de Juan Román Riquelme y Juan Sebastián Verón habían mermado el entusiasmo general, pero la oferta de ver en vivo y en directo a Ronaldinho, a Neymar y a Leandro Damiao no era en ningún aspecto despreciable. Más allá del majestuoso lujo del artillero del Inter, las estrellas brasileras fueron opacadas por el Diez argentino.

En la antesala del match la Diez esperaba, inquieta ella, para celebrar el regreso de Riquelme a la Selección. El astro Xeneize, apañado por Julio César Falcioni, decidió bajarse de la convocatoria para resguardar su maltrecho físico. Repentinamente la histórica Diez albiceleste, esa que elevó a los cielos Maradona con sus gambetas y heredó Messi como único hijo de D10s,  recayó en las manos de Héctor Canteros.  Alejandro Sabella le confió a Tito, apodo que se ganó desde sus tiempos en los potreros de Villa Pirelli, el legado histórico de una camiseta con el peso propio obtenido en tantas árduas batallas.

Numerosos sabiondos criticaron la decisión del flamante técnico argentino. Canteros, quien disfrutó su debut en la Selección Mayor, apagó los cuestionamientos y silenció a los charlatanes de ocasión con una magnífica actuación. Ronaldinho, otro ícono de la historia futbolera, lo respaldó con sus declaraciones: “El mejor fue el Diez. Distribuyó muy bien”. El público lo reconoció despidiéndolo con una ovación más que merecida. Sabella también le tiró flores: “Aunque no suelo hacer hincapié en una situación particular, porque privilegio lo colectivo, voy a hacer una excepción para hablar de Canteros. Hizo un gran partido, demostró mucha personalidad y se bancó bien la diez en la espalda”.

En noventa minutos el mediocampista de Vélez desplegó una vasta cantidad de virtudes que lo convirtieron en figura de la cancha y transformaron a los escépticos en creyentes. Dentro de un trámite irregular, con más lagunas que intensidad, Canteros sobresalió y sembró los cimentos para un futuro que seguramente lo tendrá como protagonista excluyente del proyecto rumbo a Brasil 2014.

Demostró personalidad y enjundia para adueñarse de la Diez argentina. Tiempista, fue el titiritero del conjunto de Sabella. Con criterio, manejó los hilos del equipo a su gusto. Su gran manejo del balón, su buen pie, su infalible precisión y su amplio panorama le permitieron no solo distribuir el fútbol, sino también verticalizar con pases en profundidad que lastimaron a la última línea brasilera. También, rememorando sus viejas épocas en las que se calzaba el traje de enlace, exhibió su sana costumbre de desmarcarse y proyectarse al área cuando no tiene el cuero bajo su suela. A su combinación perfecta como líder futbolístico le agregó fiereza para batallar y opacar a un Ronaldinho que se frustró por la presencia del joven fortinero. En la noche cordobesa todos terminaron rendidos a sus pies, incluso la rebelde Diez argentina.

Sabella encontró en Canteros un jugador distinto, de esos que lamentablemente no abundan. Una gema dentro de tanta mediocridad. Su principal misión será acompañar su paulatino crecimiento, ir acompañándolo de a poco entregándole responsabilidades que se adecuen con sus capacidades en ese determinado espacio temporal. Evitar que incinere etapas como tantos otros que brillaron y rápidamente fueron catalogados como salvadores. Pese a su madurez dentro del campo de juego, Tito solo tiene 22 años. Debutó a principios de 2009 con la camiseta del Fortín y recién en este Apertura, tras la partida de Somoza y la grave lesión de Razzotti, pudo afirmarse en primera.

El futuro se presenta auspicioso para un mediocampista que puede suplir la gran falencia de los últimos años de la Selección Argentina. Un volante central que, además de ser firme en la marca, pueda convertirse en el primer eslabón ofensivo. Canteros revalidó credenciales en su debut nacional y confirmó que puede ser ese hombre que Sabella necesita. Si bien Brasil 2014 aparenta estar a la vuelta de la esquina por la vorágine del mundo futbolístico, todavía restan tres años para el Mundial. Tres años en los que Canteros, respaldado por el técnico, deberá terminar de moldear y pulir su juego para convertirse en líder y socio privilegiado en el esquema argentino. Para evitar que su paso por la mayor sea solo un grato recuerdo de un fría noche cordobesa.


También podría interesarte :

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Quizás te interesen los siguientes artículos :