Me llaman especialmente la atención aquellas personas que suplen sus deficiencias técnicas o de conocimiento, con grandes dosis de esfuerzo, actitud y coraje. Siempre han despertado en mi la admiración. Como decía Alberoni “sólo las personas con coraje , son dueñas de su destino”, que en definitiva es lo mismo que decir que son libres
A lo largo de la historia tenemos infinitos ejemplos de pueblos o comunidades que sacaron adelante sus ideales y ganaron su libertad a través del esfuerzo individual y colectivo. Quizás uno de los ejemplos más famosos y sobre los que se ha escrito mucho, es la famosa batalla de las Termópilas, donde 7.000 espartanos a las órdenes de Leónidas plantaron cara durante tres días a 300.000 persas comandados por Jerjes. En lo que fue una victoria moral que cambió el rumbo de la historia. (”Termópilas, la batalla que cambió el mundo” de Paul Cartledge. Ed. Ariel)
Y todo esto viene al caso porque creo que estamos en un momento en que las empresas han de dar libertad a sus equipos para lanzar ideas, para cambiar las cosas. Están muy bien la jerarquia basada en el respeto, los manuales corporativos y los protocolos funcionales, pero creo que la sociedad demanda actitud y fuerza, flexibilidad y no rigidez, y la empresa no es una excepción.
Sabemos que el sumatorio de Capacidad y Actitud da como resultado el anhelado Talento, pero ello es muy excepcional. Dejemos aflorar a las personas con Actitud, ya que se las puede formar y preparar y son las que con su coraje y esfuerzo nos ayudarán sin duda a levantar el vuelo. Alberto Trallero - Optima Managament