Capcom y su 'nuevo sistema contra la segunda mano'

La imagen de la discordia...

Poco a poco, nos van llegando nuevos títulos para la Nintendo 3DS, y sinceramente, buena falta le hacía a la portátil de Nintendo, viendo la escasez de títulos que nos mostró en su lanzamiento. Esta semana ha salido a la venta en el mercado español, un “nuevo” capítulo de la saga Resident Evil, RE: The Mercenaries 3D, basado en el modo de juego extra que tenía el RE4, llamado The Mercenaries.

Toda la polémica viene cuando, días antes de su lanzamiento, la gente se entera de que Capcom a “dotado” al juego de la imposibilidad de borrar las partidas con las puntuaciones que consigamos; una “feature” que mucha gente cree que Capcom ha puesto para combatir la venta de segunda mano. Rápidamente, Capcom ha salido a la palestra negando que esto lo hayan hecho para combatir el mercado de segunda mano, sino más bien es dado por el género del título, que consiste en ir consiguiendo mejores puntuaciones cada vez que jugamos.

Este nuevo movimiento de Capcom, no solo ha sentado mal a algunos jugones, que han visto cortadas de raíz cosas como, poder dejarse el juego entre colegas, vender el juego de segunda mano o tener varias partidas compartidas con algún hermano; también ha afectado, por ejemplo, a varias cadenas de tiendas en Australia, que estan boicoteando al juego, ya que si alguien le devuelve el juego por no gustarle, ellos no podrán ponerlo a la venta  como nuevo.

Yo, sinceramente, no sé qué pensar de todo este embolado que ha montado Capcom. Podría ser un “globo sonda” para probar cuanto desciende la venta de segunda mano en este título, una práctica que un servidor descubrió con Steam y Dawn Of War II, que una vez que lo registras en Steam queda vinculado a la cuenta y no puede ser usado en otra, imposibilitando su venta en segunda mano. Lo que sí creo, es que la industria intentara buscar cualquier medio para poder frenar la venta de segunda mano, que al igual que la piratería, son unidades distribuidas que la empresa no ve un duro, pero a diferencia de la piratería, la segunda mano, la pueden más o menos controlar.