Capítulo 13. Primer día.

Capítulo 13. Primer día.Lunes, “que palo” pensó Alex. Ayer domingo su día se podría haber resumido en escuchar música y hablar con sus padres. Pero era lunes.

Alex tardo lo suyo en estar listo. Como era el primer día su padre le llevarían en el coche al colegio. No estaba muy lejos de su casa pero así lo preferían todos. Su padre le dejo en la cera al lado del edificio. Era un colegio grande, no muy bonito por fuera, la verdad, un par de campos de futbol y baloncesto y poco más se veía desde fuera. No era muy apasionante. -Adiós Alex- le dijo su padre antes de irse-. Recuerda que a las dos y media te vendré a recoger. Dicho aquello se fue y dejo ahí delante a Alex y su futura escuela. Alex atravesó la puerta tímidamente, pero… Nadie le miraba. Todo el mundo tenía algo que hacer y apenas nadie se paraba a mirar a aquel extraño que acababa de entrar. Como le habían explicado sus padres durante la comida tenía que entrar al edificio y allí preguntar a alguna persona adulta dónde está el despacho del director, él le daría toda la información.Entró al edificio y le preguntó a una profesora que pasaba dónde estaba el despacho, pero se confundió y no era una profesora sino una madre. Pero… Afortunadamente la mujer venía del despacho del director y le indicó como ir.Siguió los pasos que le dijo aquella mujer, todo recto por el pasillo y a la derecha. Se quedó delante de la puerta mirando antes de tocar. Oyó una voz al otro lado de la puerta diciendo:-Adelante.Alex no se lo pensó dos veces y entró. El despacho era enorme y desde allí veía todos los campos y lugares de juego del colegio. -Tú debes de ser Alex, ¿Me equivoco? -No lo hace- fue lo único que respondió Alex.-Bienvenido al este centro educativo. Tiene que saber algunas de las normas del centro. Sus libros estarán en recepción que está al otro lado del pasillo. Esperemos que se amolde bien a nuestros modos. Puede irse, si hace algo mal ya le comentare las normas del centro.Alex se despidió con un simple adiós. Le ponía nervioso la gente que le hablaba como a un anciano, le caía mal. Pero no comentaría nada.Después de recoger los libros en recepción la recepcionista le acompaño a su primera clase, matemáticas. “En fin…” pensó Alex.La mañana fue aburridísima pero gracias a Dios el recreo era de cuarenta y cinco minutos. Aunque aquel recreo lo pasase un poco mal acribillado por las preguntas de sus compañeros, y lo peor era que tenía que inventarse toda una vida con sus nuevos padres y que sonase convincente.La gente de allí era maja y enseguida notó que todos estaban con todos, aunque Alex sospechaba que fuera de aquel centro las cosas no irían tan bien. A él en especial le llamaron la atención Álvaro y Naroa. No sabía por qué pero algo le decía que podrían llegar a ser muy buenos amigos. Jordi y Maitane también le llamaron mucho la atención.Pronto supo cuales eran los grupos ya que se sentaban cerca ya hablaban entre ellos aunque estuviesen todos juntos y justo los que él había creído que serían buenos amigos estaban juntos y le dijeron que se sentase con  ellos.El resto del día no transcurrió tan mal. Estaba feliz por haber hecho amigos. Al acabar las clases invitó a sus nuevos amigos a su casa esta tarde y todos aceptaron de poder ver la casa de su amigo.-Tienes que saber que si vamos a tu casa tú tendrás que venir a las nuestras- dijo Jordi-. Aquí todo es así.-Vale, vale- respondió Alex.Su padre estuvo puntual y al ver a Alex salir con aquel grupito sonrió. Cuando Alex entró entro al coche le dijo:-Puedes invitarles a casa esta tarde.-Creo que te me he adelantado- dijo Alex-. Hemos quedado a las seis en la puerta del colegio para venir, hoy que hace bueno estaremos en la parte de atrás.Su padre sonrió y arrancó el coche. Alex ya se sabía el camino pero con un poco de suerte mañana también le traería.La comida fue un poco aburrida porque sus padres trabajaban desde las tres hasta las ocho así que comió solo. A las ocho estuvo puntual en la puerta del colegio y allí estaban todos. No tardaron mucho en llegar a su casa, unos diez minutos. Al llegar se sorprendieron muchísimo con la casa pero nadie comentó nada. Allí pasaron la tarde y más de uno acabó en la piscina con ropa y todo. Aquello parecía una fiesta, Alex había sacado alguna que otra bebida y algo para picar y había enchufado sus altavoces que sonaban a todo volumen desde su habitación. Aquella tarde rieron, contaron, pasaron un buen rato y sobre todo forjaron unas amistades increíbles. Alex pensó por un momento que ellos le podrían hacer feliz y ya no necesitaría a sus antiguos amigos del orfanato que ya quedaba un poco olvidado.Pero Alex las promesas siempre las cumplía y les iría a ver. Si esta semana no puede la siguiente pero siempre lo intentará.La cena fue genial, aunque sus padres le preguntaron por las chicas él les dijo que nada y les explico su historia con Sara.-Algún domingo volveré a hacerles una visita, ¿Estáis de acuerdo?-Alex, mañana haces quince años. Lo que hagas estará bien- le dijo su madre.¡Qué! Alex se empezaba a asustar sus padres lo sabían todo. Aunque el cumpleaños supongo que se lo habrán dicho los curas.Aquella noche Alex no pudo dormir mucho ya que aparte de que su madre no paró de hablar por teléfono porque estaba nervioso por las cosas increíbles que le harían mañana. Todo en su nueva vida era increíble y esos regalos no serían menos. -Muchas gracias- susurro Alex antes de dormir, aunque en nada tuviera que despertarse por alguna misteriosa razón que todavía no entendía.

Nota de autor:
Este capítulo se lo dedico a mi amiga Marta que ya tenía ganas de que le dedicase uno. Gracias por todo el tiempo que perdiste en leer. Esta es tu recompensa. Como siempre dudas sugerencias a mi Twitter @SweetieAuryner1. Si dejaseis un comentario con vuestra opinión me haría mucha ilusión. ¡Gracias por todo!