La icónica nebulosa Cabeza de Caballo ha aparecido en los libros de astronomía desde su descubrimiento hace más de un siglo. Su espectacular aspecto, como si fuera un colosal caballito de mar en
un turbulento océano de polvo y gas, la ha convertido en uno de los
blancos favoritos de astrónomos profesionales y aficionados. Ahora, el telescopio espacial Hubble de
la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) la ha fotografiado bajo una
nueva luz, en infrarrojos, y el resultado no puede ser más
impresionante. La imagen conmemora el 23 aniversario del lanzamiento del
famoso observatorio a bordo del transbordador espacial Discovery el 24
de abril de 1990.
Cabeza de caballo es
oscura en luz visible, pero parece ser transparente y etérea cuando se
la ve en longitudes de onda infrarrojas, ya que pueden penetrar a través
del material polvoriento que normalmente oscurece las regiones internas
de la nebulosa. El resultado es una estructura bastante etérea y de
aspecto frágil, hecha de delicados pliegues de gas, muy diferente de la
apariencia de la nebulosa en luz visible. El rico tapiz de la estructura
espacial sobresale en el contexto de estrellas de la Vía Láctea y
galaxias distantes, fácilmente visibles a la luz infrarroja.
En la nube de Orión
La nebulosa es parte de la nube molecular de Orión, situada a unos 1.500 años luz de distancia de la Tierra en la constelación de Orión. La nube también contiene otros objetos conocidos como la Gran Nebulosa de Orión (M42), la Nebulosa de la Llama, y el bucle de Barnard. Es una de las regiones más cercanas y más fácilmente fotografiadas en las que se están formando estrellas masivas. Los astrónomos estiman que a la formación todavía le quedan unos cinco millones de años antes de que se desintegre completamente. Desde hace dos décadas, el telescopio Hubble permanece en la vanguardia de la ciencia y ha obtenido muchas de las fotos más bellas que conocemos del Universo. Durante ese tiempo, ha recibido una serie de actualizaciones, como la incorporación de la cámara de alta resolución Wide Field Camera 3 en 2009, que es la que ha obtenido el nuevo retrato de Cabeza de Caballo. Los astrónomos señalan que la sensibilidad infrarroja y la resolución sin precedentes del Hubble ofrecen una pista de lo que vamos a ser capaces de lograr con el próximo telescopio espacial James Webb, cuyo lanzamiento está programado para 2018 y que será el mejor instrumento de observación que la humanidad haya puesto jamás en el espacio.Fuente: abc ZONA-CIENCIA
