El cárabo lapón o buho gris ( Strix nebulosa) es el ave rapaz que más me ha impresionado de todas las que conozco hasta ahora. No sé si fue por lo que me apetecía fotografiarlo o por lo cerca que lo tuve, el caso es que hacía mucho tiempo que un animal no me gustaba tanto.
Para que te hagas una idea de la distancia a la que me encontraba de esta ave todas las fotografías están hechas con el Canon 70-200 f2.8 II. Además la totalidad de las imágenes están tomadas a pecho descubierto sin hide, ni ningún otro tipo de camuflaje. Literalmente tirado encima de la nieve.
Para cualquier fotógrafo de fauna su ojo es un encanto, ya que por poca luz que haya le brilla con un amarillo intenso.
El cárabo lapón tiene un gran tamaño, es casi tan grande como el búho real. De alto puede llegar hasta los 70 cm, tiene una envergadura alar aproximada a los 150 cm y su peso sobrepasa un kilo el macho y la hembra anda alrededor de dos.
Su plumaje es gris con muchas vetas marrón oscuras o parduzcas. Posee una cabeza bastante grande. Sus ojos de color amarillo brillante y tiene una bonita mirada fija. Además están rodeados por una serie de anillos concéntricos. Su cara también está marcada con una mancha negra similar a una barba y cejas en semicírculo tupidas de color blanco.
Volando es inconfundible, ya que tiene toda las patas cubiertas de plumas.
Cuenta con una amplia zona de distribución, que se extiende alrededor del Círculo Polar Ártico: Europa, Asia y Norteamérica.
Aunque tiene un tamaño considerable se alimenta básicamente de pequeños roedores como ratones, topillos y musarañas. En alguna ocasión, capturan ranas o aves del tamaño de un rabilargo.
Mientras lo estaba fotografiando pasó algo espectacular: Desde aproximadamente unos seiscientos metros salió de un árbol, pasó por encima del cebo, me sobrevoló y se tiró por detrás a unos treinta o cuarenta metros. Cazó un ratón que estaba debajo de la nieve. Con esta inolvidable experiencia pude comprobar el gran oído con el que está dotado este animal.