El vehículo eléctrico ante el medio ambiente y sus características.Los vehículos eléctricos disponen de un conjunto de componentes singulares y que los diferencia de los vehículos con motor de combustión. Los elementos principales son el motor eléctrico y las baterías de almacenamiento de energía, estos puntos son clave para mejorar el medio ambiente con una reducción considerable en CO2 a la atmosfera.El automóvil suele estar equipado con uno o más motores eléctricos con una potencia total de entre 15 kW y 100 kW en función de su tamaño, uso y rendimiento requerido. Por ejemplo, un motor de 48 kW (65 CV) sería habitual para un turismo de cuatro plazas.
Existen varios tipos de motores eléctricos para la propulsión de automóviles: desde los motores asíncronos o de inducción utilizados desde hace más de un siglo hasta las últimas realizaciones en motores directamente asociados con las ruedas.Los motores de inducción, síncronos de imanes permanentes y de corriente continua sin escobillas son los más extendidos aunque se están ampliando en los últimos tiempos las posibilidades de los motores de flujo axial y de los de reluctancia conmutada.Batería y autonomía de un vehículo eléctrico sostenible.Las baterías suministran la energía, que procede de la recarga por cable desde una fuente externa, o bien de la deceleración del vehículo, momento en el que el motor actúa como un generador.La capacidad de las baterías oscila entre 5 kWh y 50 kWh, aproximadamente, con una tensión total de 300 V a 500 V.La autonomía del vehículo dependerá directamente de la capacidad de la batería, el tipo de trayecto (llano, irregular, urbano, etc.), del estilo de conducción y de los accesorios utilizados (faros, calefacción, aire acondicionado, limpiaparabrisas, etc.). Los fabricantes indican una autonomía media entre recargas completas en el entorno de los 150 - 190 Km para un VEB.En la actualidad la tecnología de las baterías para vehículos eléctricos ha realizado grandes avances; el plomo ha sido abandonado progresivamente y ha sido sustituido por otros compuestos que ofrecen 3 o 4 veces más capacidad con el mismo peso: Iones de litio (Li-Ion), polímero de litio (Li-Po) y cloruro sódico (Zebra). Además, estas baterías ya no sufren el denominado “efecto memoria”, que reducía su capacidad cuando no se descargaban por completo, por lo que pueden ser recargadas, total o parcialmente, sin importar la carga restante. Las condiciones ambientales influyen también en el funcionamiento de algunos tipos. Por ejemplo, a bajas temperaturas se reduce la capacidad de las baterías de litio ión.