El consumo de alcohol se ha asociado de forma tradicional a la conducta masculina, sin embargo, en los últimos estudios los problemas de alcoholismo tienen cada vez mayor incidencia entre las mujeres puesto que la cifra se está igualando a la de hombres.
En nuestro Servicio de Psiquiatría Galigarcía, del Hospital General Docente Enrique Cabrera, continúa siendo el alcoholismo la primera causa de ingreso para tratamiento. Es por ello que decidimos realizar un estudio donde se recogieran las características y el perfil propio de las mujeres consumidoras de alcohol dentro de nuestro medio.
Características sociodemográficasLas pacientes presentaron una edad media de 45.47 años. Estos resultados son consistentes con los encontrados en un estudio donde la población femenina más frecuente estaba en el grupo de edad entre los 35 y 50 años de edad. Predominó el nivel escolar en el rango de 9 a 17 años de estudio, con una media de 12.0, correspondiente a estudios preuniversitarios. No poseían un vínculo laboral estable el 66,7%. El 53%de las pacientes se encontraban solteras o divorciadas y solo un 24,8%, presentaban pareja estable. Abundaron las relaciones de parejas consumidoras, con historia de malos tratos. El 38,46% poseían problemas judiciales, de cualquier tipo de nivel socioeconómico y el predominio de demanda de tratamiento es de mujeres que viven en áreas urbanas. Habían realizado tratamiento anteriormente el 44,8% de las pacientes.
En cuanto a los factores que se han relacionado con el inicio y el desarrollo de problemas derivados del consumo de alcohol en la mujer podemos hablar de:
Los factores biológicos: Existiendo mayor porcentaje de alcoholismo familiar que en los varones. El 70.5 % de las pacientes refieren problemas de consumo de alcohol en su familia, sobre todo de la línea paterna. Así como mayor vulnerabilidad para los efectos del alcohol debido a: mayor absorción, menor cantidad de agua, mayor porcentaje de tejido graso, menor cantidad de alcohol deshidrogenasa, menor primer paso hepático.
Hay una serie de mecanismos genéticos que influyen en la transmisión intergeneracional del alcoholismo. Algunos estudios describen a las madres de mujeres alcohólicas como distantes, con padres ausentes, presentando las familias con mayor proporción de padres alcohólicos, inestabilidad familiar con divorcios y problemas económicos. Otros trabajos indican como clave en el alcoholismo femenino una mayor deprivación afectiva infantil con pérdida de un progenitor.
Los factores psicosociales: generalmente las mujeres relacionaron su consumo de sustancia con factores ambientales como: acontecimientos vitales estresantes, consumen para lidiar con el estrés. Historia familiar de abuso de alcohol fundamentalmente, con deprivación afectiva infantil y pérdida de un progenitor. Una de las características más habituales encontradas del alcoholismo femenino es su ocultismo, fruto en muchas ocasiones de sentimiento de culpa, aún en nuestra cultura permisiva, teniendo una pauta de bebida predominantemente solitaria. Manifestaron tener problemas de pareja y en algunos casos habían sufrido abuso físico-sexual en la infancia.
Por lo general las mujeres alcohólicas no cuentan con el apoyo de su pareja al intentar ponerse en tratamiento y son pocos los hombres que acompañan las en el proceso de deshabituación.
El alcoholismo en la mujer suele acompañarse de menor problemática laboral y legal, sin embargo, tienen más problemas familiares, en cuanto a peores relaciones con los miembros del hogar, no cumplían con los roles desempeñados por el medio social y de salud.
Se constató la presencia de patología psiquiátrica asociada al consumo y las enfermedades que sufrían con mayor frecuencia fueron: trastornos afectivos, ansiedad, depresión, en algunos casos con riesgo suicida y trastornos de personalidad.
PersonalidadEn las mujeres del grupo de estudio predominó la llamada personalidad borderline, con marcada irritabilidad y pobre control de los impulsos. Deficiente autoestima y autoevaluación. En algunas mujeres, sobre todo las que poseían parejas consumidoras, existía una personalidad de tipo pasiva-dependiente. El estilo de afrontamiento constatado fue el de huida-evitación, con pobre fortaleza personal y recursos individuales, pobre asertividad, presencia de pensamientos tácitos y disminución de las motivaciones e intereses.
Características clínicas asociadas al consumo de alcoholLas mujeres se caracterizaron por un patrón de adicción alcohólica moderado y grave. La edad media de inicio de consumo de alcohol fue 23.0 años. El 53,0% tenían necesidad de consumir alcohol, mostrando indicadores de irritabilidad, intranquilidad, cambios del humor. El 64,7 % mostraron signos marcados de alteración en la capacidad de detener el consumo una vez iniciado. El 94.1% mantenían el consumo a pesar del daño físico y mental.
Alteraciones neuropsicológicasLas pacientes tenían una disminución en las capacidades ejecutivas. La dimensión Secuenciación y Mantenimiento y manipulación de la información se encontraron alteradas. Los indicadores de disejecutividad encontrados fueron: categorización, fluidez verbal, falta de inhibición motor, memoria operativa, control atencional y velocidad de procesamiento. El indicador de disejecutividad conservada fue control-inhibición cognitivo.
La relación entre características clínicas y de disfunción ejecutiva se encontró presente a partir de datos clínicos como tiempo de evolución de la enfermedad. Se encontraron correlaciones positivas entre la edad de inicio de consumo de alcohol y la fluidez verbal fonológica (0.812), flexibilidad mental y planeación (0.809).
Es decir: A medida que las pacientes comenzaban a consumir alcohol a edades más tempranas se encuentra mayor frecuencia de dificultad en la fluidez verbal fonológica, flexibilidad mental y planeación.
Así como se encontraron correlaciones negativas entre años de consumo y fluidez verbal fonológica (-0.864), flexibilidad mental y planeación (-0.764), control atencional y velocidad de procesamiento (-0.486).
Es decir: A menor puntaje en la fluidez verbal fonológica, en la flexibilidad mental y planeación, en control atencional y velocidad de procesamiento, mayor los anos de consumo.
Por lo que estos resultados nos evidencian la necesidad de diagnosticar precozmente los consumos de riesgo que pueden conducir a la dependencia, pues una vez instaurada ésta, es más difícil el abordaje del problema del alcoholismo.