En realidad se llaman carajitos del profesor, pero no los he nombrado asi porque la receta original es un secreto y como la desconozco, pues se han quedado en carajitos ja ja…. aunque esta receta se asemeja bastante.
Es un dulce que nació en la localidad de Salas y que elaboran en esta confitería desde el año 1918 , si pincháis en este enlace , podréis conocer el origen de este nombre tan peculiar y su historia.

- La avellana ha de ser sin tostar y no se debe triturar muy fina, han de quedar pedacitos.- Normalmente la proporción de azúcar y avellana es la misma, pero a mi así me resultan un pelín empalagosos , por tanto , le pongo menos azúcar , asi que como veáis, a gusto de cada cual.- La textura que nos tiene que quedar una vez horneados ha de ser crujientes en su exterior pero ligeros y suaves en su interior.- * Las claras a utilizar también son un poco orientativas, dependiendo del tamaño de los huevos. Es mejor ir echando poco a poco , sin ponerlas de golpe. No ha de quedar una masa demasiado espesa , pero sí, fácilmente moldeable.

-250gr. de avellana cruda ( sin tostar)-140 gr. de azúcar-2 claras de huevo y como la mitad de una tercera* (los huevos eran pequeños)
Elaboración:
Trituramos las avellanas pero no demasiado finas. La piel se la podéis quitar también , yo no lo suelo hacer. Mezclamos cuidadosamente con el azúcar y a continuación vamos vertiendo las claras poco a poco y amasando , hasta conseguir que nos quede una masa moldeable y ligeramente espesa. Seguidamente pillamos porciones de masa del tamaño de una nuez aproximadamente , las compactamos bien y las depositamos en una bandeja forrada previamente con papel vegetal o engrasada. Introducimos en el horno a 190º durante 18 ó 20 minutos , hasta que adquieran un color tostado.
